miércoles, 8 de octubre de 2008

Destino Manifiesto: concepto y orígenes

Origen de la expresión

El origen del concepto del Destino Manifiesto se podría remontar hasta los primeros colonos y granjeros llegados desde Inglaterra y Escocia al territorio de lo que más tarde serían los Estados Unidos. En su mayoría eran de origen puritano y protestantes.

Para remitirse a orígenes de debates de apropiación territorial, como las que postula el Planisferio de Cantino, es posible extenderse a los orígenes del término Destino Manifiesto. Aparece por primera vez en el artículo "Anexión" del periodista John L. O'Sullivan, publicado en la revista Democratic Review de Nueva York, en el número de julio-agosto de 1845.
En él se decía: "El cumplimiento de nuestro destino manifiesto es extendernos por todo el continente que nos ha sido asignado por la Providencia, para el desarrollo del gran experimento de libertad y autogobierno. Es un derecho como el que tiene un árbol de obtener el aire y la tierra necesarios para el desarrollo pleno de sus capacidades y el crecimiento que tiene como destino".

La segunda interpretación de O'Sullivan de la frase, se dio en una columna aparecida en el New York Morning News, el 27 de diciembre de 1845, donde O'Sullivan refiriéndose a la disputa con Gran Bretaña por Oregon, sostuvo que: "Y esta demanda esta basada en el derecho de nuestro Destino Manifiesto a poseer todo el continente que nos ha dado la providencia para desarrollar nuestro gran cometido de libertad, y autogobierno".


Utilizaciones posteriores

El término se reavivó en la década de 1890, principalmente usada por los Republicanos, como una justificación teórica para la expansión estadounidense fuera de América del Norte.
También fue utilizado por los encargados de la política exterior de EE. UU. en los inicios del siglo XX, algunos comentaristas consideran que determinados aspectos de la Doctrina del Destino manifiesto, particularmente la creencia en una «misión» estadounidense para promover y defender la democracia a lo largo del mundo, continúa teniendo una influencia en la ideología política estadounidense.
El historiador William E. Weeks ha puesto de manifiesto la existencia de tres temas utilizados por los defensores del Destino Manifiesto:
-La virtud de las instituciones y los ciudadanos de EE. UU.
-La misión para extender estas instituciones, rehaciendo el mundo a imagen de los EE. UU.
-La decisión de Dios de encomendar a los EE. UU. la consecución de esa misión.
-La descripción del presidente Abraham Lincoln de los Estados Unidos como «la última y mejor esperanza sobre la faz de la Tierra» es una expresión muy conocida de esta idea. Lincoln era un puritano, y gran conocedor de los preceptos bíblicos, sus discursos eran casi salmos de un carácter muy convincente para los congresistas de la naciente república unificada.
En 1848 Estados Unidos se apropió de 2 millones 500 mil kilómetros cuadrados de territorio mexicano, a cambio de los cuales se comprometió a pagar 15 millones de dólares.
A partir de este supuesto los Estados Unidos, anexan el territorio de Texas (1840), California (1845) e invaden México (1848) incorporando Colorado, Arizona, Nuevo México, Nevada, Utah y partes de Wyoming, Kansas y Oklahoma. Después, en muchas otras ocasiones, se ha citado este Destino manifiesto tanto a favor como en contra de otras intervenciones militares.

Uno de los ejemplos más claros de la influencia del concepto de Destino Manifiesto se puede apreciar en la declaración del presidente Theodore Roosevelt en su mensaje anual de 1904:
"Si una nación demuestra que sabe actuar con una eficacia razonable y con el sentido de las conveniencias en materia social y política, si mantiene el orden y respeta sus obligaciones, no tiene por qué temer una intervención de los Estados Unidos. La injusticia crónica o la importancia que resultan de un relajamiento general de las reglas de una sociedad civilizada pueden exigir que, en consecuencia, en América o fuera de ella, la intervención de una nación civilizada y, en el hemisferio occidental, la adhesión de los Estados Unidos a la Doctrina Monroe (basada en la frase «América para los americanos») puede obligar a los Estados Unidos, aunque en contra de sus deseos, en casos flagrantes de injusticia o de impotencia, a ejercer un poder de policía internacional".

3 comentarios:

Julián dijo...

Michi, alguna vez, hablando sobre la actitud del norteamericano medio de aceptar el intervencionismo de su gobierno en el mundo, te comenté algo sobre esta tesis del Destino Manifiesto.
Bueno, lo de Mc Cain de ayer me actuó de disparador. He aquí un resumen. Estas son las ideas que escucha un yanqui más o menos desde que nace.

agustín dijo...

es lo que hablamos el viernes. y me quedé picoso con el tema.

Julián dijo...

Tenés razón, Agus!
Si bien creo que no hablamos específicamente de esta tesis, sí en cambio lo hicimos con respecto a su contenido.
Podemos seguirla, eh. Cuando quieras. Estos temas me llevaron a ser auxiliar docente, asique imaginate lo interesantes que me resultan.