viernes, 18 de febrero de 2011

un mimo al espíritu

creación

acabo de dar con mi primera creación en cocina macrobiótica. caben dos posibilidades: 1) es una cagada y me gusta sólo a mí porque cambié mi paladar; 2) está realmente buena.

es una crema muy consistente, con una remembranza a polenta con mucho queso derretido dentro. ese tipo de cremosidat que tiene algo de chicle queriendo recorrer toda la boca.

la crema (hecha a base de arroz y mijo cocidos y hechos puré) y tiene unos bastoncitos de verduras (zapallitos y zanahoria) entremezclados locamente y un chubasco de salsa de soja.

la crema siempre perteneció a la comida "pecadora". jamás tuvo sustituto.

until now!

la imagen de la adicción

un pibe despegando hojitas de maría juana de un algodón con el que solía humedecer la cajita contenedora.

..

martes, 15 de febrero de 2011

Inflación 2

Recuerdan la empanada de 5 pesos?

Hoy está a 5,50$. Se ve que se prepararon para el regreso masivo de la gente al Microcentro-

5,50.

Lo dicho, este ispa se va a la mierda

jueves, 10 de febrero de 2011

Hoy

A eso de las diez de la mañana, sonaba de forma impertinente el micro de mi casa. Aquí llamamos "micro" al microteléfono o telefonillo con el que abres la puerta del edificio donde vives. Pues bueno, con esta vida disipada de parada que llevo, me levanto a la hora de comer casi todos los días, por tanto las diez de la mañana es una hora intolerable para que te despierte el sonido impertinente del micro de tu casa.

Me levanté cagándome en todo lo divino y humano. Descuelgo el telefonillo y gruño la pregunta de quién es. Me responde un tipejo que me dice que es el cartero y que trae un certificado para una de mis hermanas. Entonces, sí. Ahora tengo una figura en la que mentalmente enfocar todo mi enrage. Me cago en la reputa que lo parió y en su puta madre, así en argento y en ibérico simultaneamente. Espero a la puerta de casa que suba el cartero. El timbre tiene un sonido más amable pero en esos momentos, sin café ni nicotina, si oigo algo más alto que mi pasos, mato.

Abro la puerta y el tipo me da una carta. Como no soy mi hermana, tengo que indentificarme, dar mi D.N.I. y firmar en un par de sitios. Cojo la carta y cuando le voy a cerrar con la puerta en las narices, cual es mi sorpresa, que el cartero me dice que no hemos acabado. Me da un sobre grande. Estoy sin gafas y apenas puedo leer las letras. Pienso en qué coño puede ser aquel paquete. No he comprado nada por Internet. Entonces cuando firmo y el cartero se va, leo bien quien me lo envia. El paquete viene de la Argentina. Entonces repaso bien la bonita letra con la que se escribieron los datos, abro el paquete y comienzo a prepararme un estupendo desayuno en compañía de Martín. Así da gusto que te saquen de la cama.

Tropecientos millones de gracias, Loon.


miércoles, 9 de febrero de 2011

Inflación

Hoy pagué 5$ la empanada. Rica, con buen relleno, con la masa sequita. Perfecta diría. Pero 5 pesos. Este ispa se va a la mierda...

martes, 8 de febrero de 2011

Nuevo blog- nueva historia - anticipo

Estimados, como les comenté tiempo atrás, tenfgo una historia pinchándome el tuje. He dado el primer paso (cuántos faltan!!!). A ver qué les parece
 
 
 
Ese viernes llegué a casa temprano y de buen humor. Dejando la oficina definitivamente atrás, cambié el traje por unos jeans;  jugué un rato con los mellizos, preparamos la cena con Lucía, y luego acostamos a los niños, cuidándonos de dejar encendida  la luz del pasillo.
Mientras Lucía entraba a la ducha, yo caminé hasta el living a preparar los tragos. Abrí apenas el ventanal que da al balcón, apagué algunas luces, cambié la música,  y me senté en el sillón a esperarla. Afuera la noche estaba teñida de amarilla. Desde el fondo del pasillo llegaba el murmullo del agua cayendo. Bajé el volumén del equipo, y me dispuse a prestar atención al momento en que ese sonido desapareciera, y a disfrutar de los pocos segundos que a partir de allí restarían para que Lucía apareciera en el living con su pelo mojado, y se sentara a mi lado en el sillón, envuelta en su toallón blanco.
Nada de eso finalmente ocurrió.
En cambio, mientras esperaba que el agua dejase de correr, sonó mi teléfono, y sobresaltado, antes de tomar la llamada miré extrañado la hora que marcaba la pantalla del celular: eran casi las once. Presioné un botón y dije hola con voz grave. No hubo un saludo de respuesta, sólo unas indicaciones de rutina, unos pocos datos, y ninguna explicación.
Corté. Me senté, y dejé el teléfono sobre la mesa, cerca del equipo de música.
Era la policia.
Me informaban que habían detenido a Renata Farías. Y que antes de desmayarse, había pronunciado mi nombre. Estaba internada en el Fernández por una sobredosis. Su estado era crítico.  
 — Estrellita.
Demoré en verla a Lucía parada frente a mí, envuelta en su toallón blanco, mirándome llena de preocupación. 
 — Era Fetu. Parece que se separó de nuevo. Sonaba muy mal -dije.
Lucía se acercó y me acarició la cabeza
 — ¿Querés ir a verlo?
Demoré un poco la respuesta, y finalmente dije:
 — Sí, creo que sí.
Ella asintió, me besó cerca de los labios y me acompañó hasta la puerta.
Salí a la calle con un nudo en la garganta. Pronto mis pasos se convirtieron en una carrera despareja; cada tanto me detenia para tomar algo aire, para secarme las lágrimas, y para recalcular las cuadras que me faltaban recorrer.
Como si los años que nos separaban hubiesen desaparecido, como si yo hubiese vuelto a ser en u segundo el que era, lo único que deseé en ese momento, fue poder llegar a encontrarla a Renata con     vida. 
 
 
 
 

miércoles, 2 de febrero de 2011

Paternidad II- UN CACHIVACHE!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Entonces Rossi hilvanó una nueva historia, también conmovedora: "Yo me he casado y descasado unas cuatro o cinco veces y nunca quise tener hijos con mis mujeres. Un día, estaba trabajando con (Fernando) Niembro en Fox y recibo un llamado de la producción: 'Tu hijo Ricardo tiene 17 años y te quiere conocer'. Yo dije 'no es posible, si yo no tengo ningún hijo'", completó.

En ese momento, dijo Rossi, "lo asimilé, viajé al lugar donde vivía mi hijo, me presenté, nos conocimos, tenemos una relación extraordinaria: he reconstruido la relación los últimos diez años" después de hacer un examen de ADN que confirmó su paternidad sobre Ricardo, que hoy tiene 27 años.

Pero no fue todo. El columnista de Oro, en tren de confesiones, agregó que "el año pasado, cuando estaba en el Mundial (de Sudáfrica), recibo un mail tipo denuncia periodística: 'Necesito contarte algo muy importante', me dice alguien. Le digo 'sí, no hay problema', pensando que era una denuncia periodística", narró.

Sorpresa mayor se llevó cuando se reunió con la autora del mail, Jenny, una adolescente de 17 años, que decía ser su hija y que también conoció. "Me encontré con una china preciosa, una negrita simpatiquísima que me dice 'mi mamá está segura que vos sos mi papá'". El periodista explicó al aire que, si bien recordaba el affaire, creía haberse cuidado durante la relación. Fue entonces cuando la joven desandó otra historia: "No, no. Mi mamá vivía con mi papá pero no tenían relaciones. Hacía once meses que se habían separado y vivían bajo el mismo techo". Un nuevo ADN terminó por confirmar su paternidad.

"De hecho me fui de vacaciones con todos, mi vieja se puso muy contenta por ser abuela y Ricardo se puso contento cuando se enteró que tenía una hermana", cerró Rossi. "Muchas gracias por abrir tu corazón y ser tan sincero", agradeció González Oro. 

Sobre mi paternidad -para Sk-

Han pasado tres semanas desde que nació Ella, y un poco más de tiempo desde que soy padre -es decir, desde que siento la paternidad- y es dificil para mi describir cómo se siente ser padre. Más allá de los lugares comunes que siempre se escuchan, esas expresiones generales sobre la paternidad (que te cambia la vida, que es una experiencia maravillosa, que es una felicidad indescriptible, etc) me resultan tan ciertas ahora, como antes inasibles y vagas. 
Hay hechos que me sorprenden de mi mismo: puedo estar horas mirándola dormir, o haciendole morisquetas; no veo la hora de salir del trabajo para ir a casa a verla, me encanta apoyarla sobre mi pecho y dormirla, en fin... estoy hecho un completo pelotudo con mi hija, y creo que ahi hay una buena pista para entender en que consiste la paternidad para mi en este momento.
Noches atrás, algo bebido, le dije a Florencia que estaba enamorado de mi hija. Lo dije sin pensarlo, mientras la mecia en su cuna. Florencia se rio y asintió. Al dia siguiente un amigo de Florencia me comentó que él había sentido lo mismo cuando fue padre.
Desde ya que yo no puedo decirles que es la paternidad, ni de que se trata. Pero si puedo contarles como la siento en este momento, y es asi para mi: algo muy -muy- parecido a un enamoramiento. Un enamoramiento distinto quizás, de una amor más ligado a la ternura, y que se presiente eterno.