Han pasado tres semanas desde que nació Ella, y un poco más de tiempo desde que soy padre -es decir, desde que siento la paternidad- y es dificil para mi describir cómo se siente ser padre. Más allá de los lugares comunes que siempre se escuchan, esas expresiones generales sobre la paternidad (que te cambia la vida, que es una experiencia maravillosa, que es una felicidad indescriptible, etc) me resultan tan ciertas ahora, como antes inasibles y vagas.
Hay hechos que me sorprenden de mi mismo: puedo estar horas mirándola dormir, o haciendole morisquetas; no veo la hora de salir del trabajo para ir a casa a verla, me encanta apoyarla sobre mi pecho y dormirla, en fin... estoy hecho un completo pelotudo con mi hija, y creo que ahi hay una buena pista para entender en que consiste la paternidad para mi en este momento.
Noches atrás, algo bebido, le dije a Florencia que estaba enamorado de mi hija. Lo dije sin pensarlo, mientras la mecia en su cuna. Florencia se rio y asintió. Al dia siguiente un amigo de Florencia me comentó que él había sentido lo mismo cuando fue padre.
Desde ya que yo no puedo decirles que es la paternidad, ni de que se trata. Pero si puedo contarles como la siento en este momento, y es asi para mi: algo muy -muy- parecido a un enamoramiento. Un enamoramiento distinto quizás, de una amor más ligado a la ternura, y que se presiente eterno.
7 comentarios:
Tengo la idea de que tanto la paternidad como la maternidad se viven de forma visceral. Cuando salen, salen y te vuelven pelotudo.
Lo mismo que cuando te enamoras. Yo creo que las relaciones tienen que estar basadas en ese enamoramiento. Ya sea con tu pareja, tus amigos, tu familia, la base del sentimiento que nos provocan es la misma.
Me he quedao yo también un poco pelotuda después de leerte.
Gracias por responder.
:D
si yo tuviera un vástago, me gustaría que fuera mujer.
bah, no sé.
jejejej
Jejejeje
Jejejeje
Jejejeje
Sk
Los nenes tienen una magia especial (salvo esos que son unos maleducados y caprichosos insoportables; por culpa de sus padres, claro). Que sean propios además debe ser algo muy fuerte.
Yo si tuviera un solo hijo me gustaría que fuera varón. Si tuviera más, estaría bien que se sumaran mujeres. Creo que si fuera padre sería muy cariñoso y justo, pero en fin, se ve demasiado lejano e inasible todo eso.
Es muy loco cómo el tema del sexo de los hijos a veces puede calar muy hondo. Alguna vez papá me contó que después de que yo nací se pasó más de una tarde en un bar tratando de asimilar el golpe que para el significaba la certeza de que ya no tendría una hija. Eso me lo confesó un día en Mar del Plata, y me dijo también que finalmente lo había aceptado y que se sentía completamente feliz de ser padre de tres varones.
Jejejeje.
Siempre he tenido el pálpito, o paja mental, de que si fuera madre pariría un niño. Supongo que para contrarrestrar tanta mujer como hay en mi casa. Mis hermanas, que son lo más cercano a la maternidad que tengo, me han agotado mi poca paciencia. Son hiperfemeninas. Desde siempre, agudizándose en la adolescencia cuando empezaron a salir por ahí, los fines de semana aquí hay un puto desfile de modelos. Horas el baño ocupado. Qué si plancha el pelo, que si ostias en vinagre, que si le robo a la primogénita (useasé, yo) sus sombras, le dejo sin punta los lápices de ojos, barras de labios que desaparecen misteriosamente, le agoto sus maquillajes y no digo nada... En fins... creo que prefiero un chico.
Sk
Publicar un comentario