viernes, 18 de febrero de 2011

creación

acabo de dar con mi primera creación en cocina macrobiótica. caben dos posibilidades: 1) es una cagada y me gusta sólo a mí porque cambié mi paladar; 2) está realmente buena.

es una crema muy consistente, con una remembranza a polenta con mucho queso derretido dentro. ese tipo de cremosidat que tiene algo de chicle queriendo recorrer toda la boca.

la crema (hecha a base de arroz y mijo cocidos y hechos puré) y tiene unos bastoncitos de verduras (zapallitos y zanahoria) entremezclados locamente y un chubasco de salsa de soja.

la crema siempre perteneció a la comida "pecadora". jamás tuvo sustituto.

until now!

19 comentarios:

Anónimo dijo...

Atención, pregunta: ¿lo macrobiótico es lo mismo que lo vegetariano?

Sk

Kco dijo...

nop. en la práctica se parecen, pero tienen varias diferencias. por ejemplo un macrobiótico no come productos animales frecuentemente, pero puede comer un poco de carne y come pescados sin problema. además hay muchas cosas que come un vegetariano que un macrobiótico no: dulces, frutas, etc.

eso en cuanto a la faz concreta. la otra, y no menos importante, es filosófica y es que el macrobiótico come lo que le hace estar en lo que él denomina armonía con la naturaleza, cosa que le otorga un bienestar que arranca en lo físico y culmina en lo espiritual, haciéndolo llegar a algo casi tan sublime como el nirvana de los budas, al que llama "satori".

el vegetariano no come animales porque se identifica con ellos y siente piedad. es decir que es una decisión emocional, no racional.

Anónimo dijo...

Yo no podría vivir sin comer carne roja. Me alegra de que no sea el mismo concepo. Los vegetarianos me caen mal. Tienen un punto fanático que no me gusta nada. Existe la realidad de que lo vegetal es nás saludable que las proteínas animales. El discurso vegetariano no para de apoyarse en "esto tiene vitaminas", "lo otro tiene mucho hierro", "aquello previene lo otro", pareciendo que lo verde es la respuesta a todos los males, y olvidan que todo alimento tiene unas propiedades y una dieta sana no prescinde de nada. Hay cosas que se comen más y otras de las que no se abusa. Y punto. En un programa de cocina que hace recetas exclusivamente vegetarianas, la tipeja que lo cocina, se atrevió a comparar el sabor de nosequé mierda de tomates secos con el jamón ibérico. Si existiera una Inquisición Gastronómica (y la presidiera yo), la condenaba a la hoguera por blasfema.

Las carnes aportan cosas necesarias. El desarrollo del cerebro humano dependió de ello cuando eramos primitivos. Y ni qué decir del colágeno, eso tan bueno para la piel y que las mujeres dejamos de producir a los 35.

He dicho.

:D

Sk

Anónimo dijo...

No sería capaz de tomar una postura así frente algo como la comida, useasé, ver algo filosófico o espiritual, algo que me ayude a mejorar mi vida en ese sentido. Soy demasiado simple para esos temas.

Sk

Julián dijo...

A mí la postura vegetariana me parece absolutamente respetable. La idea en realidad es que uno dispone de todos los nutrientes necesarios sin necesidad de comer carne, y también que la carne proviene de seres que tienen cerebro y sistema nervioso, es decir que son seres sensibles, que piensan, sienten miedo, sufren, etc., igual que nosotros. La realidad es que finalmente es un acto de egoísmo acordar con que se dé muerte a un animal simplemente para satisfacer nuestro hedonismo de comer carne. Y si encima ni siquiera se los mata con cierta piedad, sino con la crueldad espantosa de los mataderos, es todavía más chocante. El problema de quien decide comer carne es que hace sufrir a otro; excede la esfera de decisión personal. No es "a mí me gusta comer esto; dejame en paz". Esa es la dimensión moral del problema, y es lo que quienes todavía no podemos dejar de comer carne no terminamos de entender.

Julián dijo...

Yo a la carne roja ya prácticamente no puedo comerla. Me da un poco de asco.

Julián dijo...

La macrobiótica es buenísima. Pero claro, como todo lo muy distinto, requiere un cambio de chip mental.

Anónimo dijo...

No estoy para nada de acuerdo con asociar ningun tipo de moral a la elección de la alimentación que uno decide tener. Somos civilizados con los animales en la medida que nosotros mismos aprendemos a civilizarnos. Una cosa es la crueldad hacia los animales, la pesca sin control o la aniquilación de especies protegidas por dar caprichos culinarios o prácticas a la hora de sacrificarlos que podrían ser más piadosas con ellos y otra cosa decir que es una crueldad matar a un animal para comertelo. Quizás aún nos falte a los humanos un buen trecho de evolución aún y algún día llegaremos a esa idea, no lo sé. Pero desde luego, por muy ecologistas y respetuosos que debamos ser con nuestro entorno, y por muy animales racionales que seamos nosotros, formamos parte de la misma cadena, y en esa cadena nos alimentamos de otros animales. Todo tiene su sitio.

Sk

Anónimo dijo...

Y hablando de crueldad, ¿habéis visto al tarao que ha subido en youtube un vídeo en el que tortura a un perro?

Sk

Julián dijo...

La realidad es que nosotros somos la única especie animal que no necesita matar a otros animales. Ni siquiera tenemos un organismo preparado para digerir carne. Es cierto que la cadena alimentaria es cruel, pero a muchos animales no les queda otra opción más que matar para sobrevivir. No es nuestro caso. Yo creo que con los mataderos estamos generando un karma espantoso y nos comemos esa carne que está impregnada de una energía de mierda, porque el animal sabe que van a matarlo y sufre como un desgraciado. Yo al menos aspiro a no fomentar más crueldad de la que ya existe, entre otras cosas porque, a diferencia de los animales, tengo opciones.

Julián dijo...

Che, suena bien esa crema. Deberías hacerla algún día acá.

Julián dijo...

"Las carnes aportan cosas necesarias. El desarrollo del cerebro humano dependió de ello cuando eramos primitivos."

No hay ningún nutriente de la carne que no se encuentre en otros productos vegetales. Insisto, además, en que el organismo humano no se parece en nada al de los animales carnívoros. Entre otros cosas, la dentadura y el largo de los intestinos.

Anónimo dijo...

No sé. En este mundo en el que vivimos, tan egoísta a veces y superficial, a mi no me termina de cuajar que el mal karma o la mala energía, que no dudo se desprende en los mataderos, sea nada más que un pequeño granito de arena en la tarea de alcanzar un mayor bienestar físico y existencial.

Sk

Julián dijo...

Che, una duda: el macrobiótico no come dulces o come muy poquito? Porque en la casa de Ohsawa hay dulces. Obvio, son dulces re tranquilos, pero son dulces.

Kco dijo...

sí come dulces. pocos y de los buenos (algunas frutas, casi exclusivamente cocidas, miel de arroz, de cebada y pará de contar).

más allá de que en la casa de ohsawa hagan algunas cosas con azúcar integral, esa azúcar no es macro.

y con respecto a lo de la carne, yo no sé si podría o no dejar de comer para siempre. lo que sí sé es que no me interesa dejar de hacerlo con la ocasionalidad que lo hago.

no tengo problema con que se mate un animal para comerlo. como ya he dicho en muchas ocasiones "la vida se come la vida".

Julián dijo...

Estás seguro de que hacen dulces con azúcar integral? Yo creo haber leído en la página que sólo usan miel de cebada. Y los dulces que yo compré el otro día no tenían azúcar integral (ni manteca ni huevos).
En cuanto al tema carne, ok, tenemos visiones distintas. La mía es la que comenté antes. Ojo, yo por el momento no soy vegetariano, pero sí lo tengo como ideal y hace rato que vengo bajando el consumo de carne, sobre todo rojas.

Julián dijo...

En realidad, al día de hoy lo único que como es un poco de pechuga y algún pescado. Eso comparado con lo que comía antes es un abismo de diferencia.
De todas maneras insisto en que el trato a los animales en los mataderos es injustificable. En las granjas orgánicas la cosa es bien distinta. Creo que eso sí debería ser un filtro básico. Ahora, si queremos pagar la mitad a costa de comer una basura industrial y ser cómplices de ese trato espantoso, bueno, cada quien sabrá lo que hace.

Kco dijo...

hacen de todo: postres cuya única azúcar viene de la fruta; postres en donde usan miel de cebada (o miel de arroz, creo que las usan a ambas) y otros en los que usan azúcar integral orgánica (incluso alguno que otro tiene cacao).

hay para elegir.

Julián dijo...

Estoy fascinado con la casa de Ohsawa. Qué lástima que no pongan sucursales.
Ah, y los dulces de ahí me parecen geniales. Hoy probé la galletita esa oscura y también me gustó mucho. Tenía un algo a torta galesa.