Todos los miércoles a la misma hora. Encontrarme con él es algo fantástico. Olvidamos todo. El desasosiego desaparece. El dolor cesa.
Nos despedimos con normalidad. En nuestra imaginación, tal vez nos veamos mañana. Pero a medida que la distancia nos va separando, todo vuelve. El desasosiego reaparece. El dolor aumenta.
Una hora, los miércoles.
4 comentarios:
Mejor una hora que nada, me dice mi otro yo.
Buen sexo?
Esperanza
de quién coño hablás? de qué coño estás hablando?
¿Una clase?
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