viernes, 10 de abril de 2009

las melodías que uno crea, no son realmente nuestras,

están ahí, nos llegan,

pasan por nosotros, y se van.

8 comentarios:

n., dijo...

Esto no es un intento de poesía, aclaro. Es tan solo la transcripción de algo que escribí en una charla de msn.
Me gusta.

Julián dijo...

Suena bien, pero nunca lo he sentido de esa forma.

Kco dijo...

las melodías nos pertenecen y no nos pertenecen. como todo.

buaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa

n., dijo...

jajaja.

n., dijo...

Jay, sabés que te lo voy a preguntar: cómo las sentís?

Julián dijo...

Como un parto.
Sin dolor físico, claro.

Julián dijo...

Parto: gestación, evolución, salida.

Julián dijo...

La anécdota más increíble con una melodía fue una vez que estaba Kco tocando una base y cantando un estribillo. Cantaba el estribillo y después volvía a la misma base pero arpegiada.
Yo estaba a unos pocos metros y empecé a escucharlo. Sentí como un pinchazo en el estómago y fui al cuarto en donde él estaba (nuestro cuarto de ensayo). Le dije "seguí tocando ese arpegio, y no pares". Empezó a tocar, me quedé en silencio unos 30 segundos, y después canté, limpia, sin titubeos, la estrofa.
Así quedó terminada la canción, en unos pocos minutos (Kco acababa de hacer el estribillo en ese momento que yo había empezado a escucharlo).
Pasó una vez y no pasó nunca más.