viernes, 17 de abril de 2009

El mundo está distraido

Entré al bar con un slalom etílico interminable y una botella de brandy en la mano. Seguí hasta el fondo, entré al baño, me miré al espejo, y salí.
Fui entonces hasta la barra, pedi un vaso, y alzé mi copa a la salud de todos, pero nadie vio en mi boca la Luna que sangraba.

11 comentarios:

Anónimo dijo...

Ladrón!

Te doy algunos minutos para que confieses.

Esperanza

Loon dijo...

Esperanza, avivate, todo lo que leo o escucho, pasa a ser de mi propiedad.

Julián dijo...

"slalom etílico interminable".

Esa frase es un verdadero hallazgo.

Julián dijo...

Como diría Homero, a la gente le sacaron la alegría de vivir.

n., dijo...

"Te doy algunos minutos para que confieses."

Todos temblamos ante tus palabras amenazadoras, Esperanza...

n., dijo...

"pero nadie vio en mi boca la Luna que sangraba."

Linda imagen.

Anónimo dijo...

Esa es la frase que robó, N.
A ver si se dan cuentan de una buena vez: lo poco bueno que ofrece este tipo, no le pertenece.

Esperanza

n., dijo...

Esperanza, sos un celoso incurable.

Flowers dijo...

Che, me parece que mi ex cosiiito tiene razón. Esa frase es de Neruda, ¿no?

Flowers dijo...

De todas maneras, el robo es el acto sagrado en un retorcido camino a la expresión...

Flowers dijo...

Ser un cleptómano literario es una tradición consagrada.