miércoles, 4 de febrero de 2009

Saturno en Leo I - Julián

Ruego a los individuos Agustín y Ale, que se leán la parrafada en negrita, que les afecta y así no me repito cuando les toque a ellos.



Leo marca un paso dentro de la evolución. En Aries el individuo lucha por “llegar a ser”, en Leo toma conciencia de sí mismo y dice “yo soy”, y por tanto, busca reconocimiento por ello. La evolución aún está incompleta y falta tener una visión más amplia del entorno. En Leo el ego sigue centrado en sí mismo pero necesita de los demás para que le den la razón en cuanto a lo que él cree que es. Este signo es muy egocéntrico, pero siempre que hablamos del fuego, también hay que hablar de sinceridad y honestidad, que a veces resulta hasta infantil porque en el fondo hay cierta inocencia en ellos. Por muy competitivo que sea Aries, por mucho que ruja el León y por muchas coces que de Sagitario, estos tres signos no quieren nada regalado y su esfuerzo se enfoca en poder demostrar que son merecedores de ese reconocimiento. Y en particular, en Leo, a pesar de su engreimiento, ese esfuerzo responde a una gran necesidad de autoexpresión que va más allá de las medallas que se colocan en el pecho. Leo quiere brillar por lo que es y demuestra que es, y busca que tú le veas así. Leo exige respeto por lo que es y no deja que nadie subestime su capacidad.


Saturno en Leo es una posición algo más incómoda de lo normal. Allá donde esté ubicado este planeta y caiga en el signo que sea, siempre señala una dificultad y un miedo. En el caso de que esté en un signo de fuego o aire, la restricción de energía es más considerable. El fuego es activo, expansivo, luminoso y Saturno lo bloquea. La ganas de “ser” de Leo están rodeadas de miedos y dudas por Saturno. Se inhibe la autoexpresión pero a la vez se desea el reconocimiento, que por inseguridad el individuo no se atreve a exigir aunque lo anhele profundamente. No se sabe actuar como el rey de la fiesta, se evita ser el centro de atención y se sufre porque pasando desapercibido, ese reconocimiento no llega nunca. Y aquí está la lección que marca Saturno, sentirse seguro de la propia valía y para ello, no queda más remedio, que marcar el propio territorio y abrirse un poco para poder mostrar a los demás lo que se es sin complejos, o sea, estar orgulloso de uno mismo. Como Saturno es un planeta duro, esta posición enfoca ese orgullo en la satisfacción que sienten los nativos por su control, orden, disciplina y ética. Lo que lleva a ser un poco bastante inflexible en ocasiones y a confundir respeto con miedo. Saturno en Leo es muy susceptible y se siente desafiado por cualquier tontería. Esta tendencia también debe superarse y solo se logra por el autoconvencimiento en los propios logros. Pero posiblemente, para adquirir esta tranquiliad, quien tenga esta posición deberá excederse en el extremo de la intransigencia.

Julián es Virgo, con un importante stellium en Libra y Saturno en Leo en la Casa I. Su Asc. Cangrejo se mueve por la vida con cautela, con el caparazón puesto y a la vez, bregando con su propia percepción sobre su entorno. La Luna en Géminis, le ayuda para que no se atasque en su emotividad, a la que se enfrenta desde la razón, la versatilidad y la objetividad. Saturno en esa casa maximiza la sensación de inseguridad respecto a lo desconocido y el entorno. Como Virgo, Julián es modesto y no necesita reconocimiento. A su stellium en Libra le molesta y ofende, la grosería ajena y el conflicto. Este Saturno en Leo otorga una visión del mundo fría y dura, que el nativo proyectará manteniendo una imagen de seriedad e integridad, incluso de indiferencia que puede ser interpretada como soberbia. Algunas veces no será solo interpretación de los demás y responderá a un deseo de Julián ofrecer esa imagen.

Cuando hablamos de la Luna de Julián no me extendí en una característica de la oposición que este planeta tiene con su Sol. Me pareció que me hacía bolas y por eso me detengo ahora. Una oposición Luna-Sol, indica un conflicto entre los principios femeninos y masculinos. No hablo de sexo, hablo de atributos, y seguramente esto responde a la influencia de la educación que recibió de sus padres. Estos dos principios se oponen y se complementan. Julián no rechaza ninguno, le sobra capacidad de razonamiento para ver las dos partes y obtener de cada uno lo que más le gusta. Su actitud no es excluyente, al contrario, es integradora. Pero habrá ocasiones que sienta, o le hagan sentir, que debe excluir uno de los extremos y tomará esa dirección. Lo que pasa que Julián, sobre y por encima de todo, es una persona con un alto sentido del deber y la justicia. No se sentirá satisfecho adoptando una postura extrema jamás. Siente que traiciona a la verdad.

Todo esto que acabo de decir parece no cuadrar, con alguien que utiliza una fachada tan severa y del que no dudo ha tomado decisiones importantes sin que le tiemble el pulso. Pero detrás de esa firmeza hay todo un proceso y debate, que para no romper esa imagen de autocontrol, no trasciende al exterior. Julián además aprende de su propia experiencia y siente un impulso genuino por lograr sus objetivos, y uno de ellos, es el de mejorar como persona en todos los sentidos.

Saturno como influencia paterna o masculina recibida en la infancia, en Kco se manifiesta como un rechazo a la propia emotividad por interpretarla como debilidad. En el caso de Julián, y porque está en Leo, el rechazo tiene algo de lo anterior pero aquí se focaliza en la propia imagen. Una imagen que no debe presentar fisura alguna y aquí es donde aparece el miedo. Julián siendo Virgo siempre pensará que todo se puede hacer mejor. Su racionalidad le proporciona diferentes visiones de la realidad, sabe que no existe una verdad absoluta, pero su Saturno le obliga a volverse un fundamentalista, y a imponer su respeto más que a otra cosa. Se dan entonces dos tendencias. La primera es volverse un nazi, cosa que su conciencia y sensibilidad no le perdonan. La otra es rehuir y escaparse de cualquier situación que requiera su autoafirmación. Entonces aquí es su sentido de la dignidad el que se siente vulnerado y tampoco está a gusto. En su Retorno de Saturno posiblemente haya sentido que la vida se empeñó en ponerle al frente de situaciones en las que debía marcar una postura clara y firme. Tomar las riendas y definir de una vez “quien quiere ser” y sin caer en la imposición gratuita. Hacerse respetar por el convencimiento en sí mismo, más allá de si tiene razón o no, o si los demás acatan o aceptan sus deseos. Perder el miedo al fracaso. Todo esto pasa por una reflexión muy intensa e importante, sobre lo que Julián realmente desea y lo que por lo general se supone que debería desear. Julián necesita identificarse con la imagen que proyecta y la de macho dominante no le gusta. Tampoco le gusta la de “león solitario”. Julián necesita creer más en si mismo y relajarse en grupo por el bien de su autoexpresión.

Por aspectos hay un sextil a Marte que le otorga mucha capacidad de trabajo y organización. Otro sextil con Venus refuerza el anterior. Julián sabe lo que quiere y está dispuesto a trabajar duro por ello. Plutón también hace sextil a Saturno, Julián sabe muy bien donde estás sus limitaciones y donde sus puntos fuertes. Aumenta también su capacidad de concentración y le da habilidad para detectar lo realmente importante de un asunto.

Tiene un trígono Saturno-Neptuno. Menos mal. Esto dos planetas en conflicto son un coñazo. No es el caso, los trígonos son oportunidades y puertas que se abren. Aquí el idealismo espiritual de Neptuno actúa como faro y no como escapismo. En Julián hay una búsqueda algo mística de la verdad, muy necesaria para una personalidad tan controladora y racional como la suya. Por decirlo de alguna manera, este trígono te humaniza. Por muy bruto que puedas llegar a ser hay una comprensión por la debilidad humana que no te abandonará nunca.

Ahora los aspectos negativos. El primero es una cuadratura con Urano. Al igual que Kco los cambios no te gustan nada. Hay cierto gusto por la tradición o una parte de ella. También hay una cuadratura con el MC, que en el caso de Julián está en el obstinado Tauro. Esto marca obstáculos y responsabilidades en el área profesional y familiar. Como Kco también tiene este aspecto, me hace pensar que quizás los dos trabajéis en una empresa familiar, o que por el contrario, en algún momento surgió un rechazo vuestro a una responsabilidad profesional impuesta por la familia.

7 comentarios:

n., dijo...

Interesante...

Muy bien, Sk ;)

Quedan dos Saturnos antes de el mío, verdad? =)

Ale dijo...

Yo soy. A veces me hago. Y otras tengo miedo de ser.

Sk dijo...

Ahora solo uno, N. :D

Sk dijo...

Yo bien lo lamento pero soy un caos mental. Mi Mercurio está en Sagitario. Es más bruto que un bocadillo de chapas. Mi Saturno está en Géminis, se explica mal. Ambas influencias tienden a la divagación. Soy una tipa muy paciente, pero en cuanto aparecen obstáculos me desespero, me distraigo, me encabrono y termino por mandarlo todo al carajo.

Por eso en esta ocasión me está costando un pelín más. Quiero explicarme bien y decir lo que quiero decir.

Bueno y ya ni mencionamos mi complejo "gran hermano".

Julián dijo...

Buenísimo, Sk.
Muchas gracias.
Lo voy a leer una o dos veces más y después te hago algunos comentarios más pormenorizados.

Sk dijo...

De nas, Julián.

n., dijo...

"Yo soy. A veces me hago. Y otras tengo miedo de ser."

Ale, es por esos comentarios que me caés tan bien.