[pepa]

mi relación con pepa es de hace poco. yo no sé, pero calculo que no lleva más de nueve meses. sentimentalmente hemos atravesado tres etapas: primero, una gran expectativa de mi parte; después, un desinterés total (al ver cuánto se distanciaba de mi idealización); y por último, un reencuentro de lo más hermoso.

cuando nos conocimos, yo no sabía qué esperar de ella. todo era cuestión de azar. bien podía ser una cosa, bien podía ser otra. pero de todos modos había algo que me gustaba. quizás su aspecto. no sé. quizás mi necesidad de construir vínculo.

fue entonces cuando "hice posesión". por favor, permítanme utilizar esta expresión. es horrible, pero a los seres humanos nos gusta poseer. lo que sea. pero nos gusta. en nada modifica que toda posesión sea una sensación y nada más que eso. poseemos, al fin y al cabo.

aunque toda idealización termina, más temprano o más tarde, en una gran decepción. lo digo con vergüenza y con culpa. justo yo: idealicé y me decepcioné. terrible. y la odié con todo mi ser. por eso dejé de darle bola. hice de cuenta que no existía y seguí con mi vida y mis costumbres.

a los tres meses nos reencontramos. fue por casualidad, porque si hubiera sido por mí, jamás nos habríamos vuelto a hablar. bueno, en verdad era yo el que hablaba. ella siempre permanecía en silencio. un amigo me pidió que recapacitara. que le diera una oportunidad. para qué negarlo... su aspecto me pudo. cuando volví a verla estaba hermosa. por dios, cómo odio verme reducido a cenizas ante la belleza. el reencuentro me llenó de alegría. me di cuenta de que sentía un gran amor por ella. lo juro! me di cuenta, también, en ese momento, que aunque ella fuera una prohibida, el amor no se vería en nada modificado.

de la misma manera que los enamorados cortan un mechón de pelo de sus amores para tenerlos consigo, yo corté unos cuantos cogollos de pepa también para tenerlos conmigo.

en esto mi amor es diferente a los demás: compartiré a pepa cada viernes y eso será una gran celebración.