martes, 5 de agosto de 2008

Peluquería

Hace unos días, mientras leía un libro sobre cómo crear buenos sistemas de negocios, me topé con una idea que me dejó pensando: el autor decía que casi todos nosotros, en tanto habitantes de un mundo caótico e imprevisible, lo que más deseamos como consumidores es una experiencia profundamente agradable que pueda repetirse en el tiempo tantas veces como queramos.
Muy bien, eso leía yo cuando de pronto recordé mi última visita a la peluquería. Bueno, en realidad, lo primero que recordé fue mi anteúltima visita, en la que por no haberme lavado el pelo antes de salir, terminé optando por hacerlo en la peluquería misma.
Después de hacer una suerte de check in y esperar un rato en un sillón semicircular, finalmente apareció una chica (linda, simpática) que me llamó por mi nombre y me pidió que la acompañara. La seguí, me recosté, incliné mi cabeza e inmediatamente empecé a sentir el agua caliente corriendo y sus dedos moviendo el shampoo por toda mi cabeza, casi como haciéndome masajes. Debo confesarles que hasta ese día siempre había sido un poco fóbico con el hecho de que un extraño me lavara el pelo, pero en ese preciso instante todos mis prejuicios se fueron al demonio y la verdad es que la experiencia me resultó de lo más agradable y relajante.
Con ese recuerdo y después de unos meses, volví, entonces, a la peluquería. Pedí nuevamente lavado previo y me senté a esperar. Pero, ay, santo horror, a los pocos minutos un tipo apareció pidiéndome que lo acompañara. Mis peores fobias echaron a andar. “¿Un tipo lavándome el pelo y haciéndome masajes? Por dios, estoy perdido”.
Hubiera pagado por ver mi cara en ese momento, pero estoy seguro que no debe haber sido menos expresiva que la de un cerdo yendo al matadero. Resignado, con hidalguía, arrastré entonces mis piernas hasta el sector de lavado y me eché, sin más, a mi destino.
Señores: esto es lo que yo llamo no tener una misión como empresa. ¿Hacer pasar un rato agradable a sus clientes? ¡Ja! No me hagan reír.

34 comentarios:

Kco dijo...

yo creo que más que no tener misión, eso es no tener visión. porque creo ver el error en el cómo, no en el qué. es decir, en los medios para hacerte sentir bien.
lindo relato, eh.
a mí no me despierta la fobia que un varón me lave la cabeza.
en esos casos el placer infinito del masaje se impone a cualquier condición.

Sk dijo...

Qué te laven la cabeza en una peluquería es una gozada. Lo que no entiendo y me hace gracia, muy de tío por otra parte, es que en tu caso goces menos por el sexo del masajista.

Sk dijo...

Kco, feliz cumple.

Kco dijo...

gracias, sk.
hoy no trabajo.
eso sí que es una gozada!!!!!!!

Sk dijo...

Pues mejor, así ocupas el día para ti en lo que te de la gana.

Julián dijo...

Sk, por supuesto que todo lo que digo está exagerado en favor del relato, pero digamos, la escena es verídica y sí me hace una gran diferencia que al pelo me lo lave una "tía" en lugar de un "tío".
Qué sé yo, es un tema de sensualidad. Eso. Sentir los dedos de una "tía" me produce sensualidad. Sentir los dedos de un "tío", no.

Julián dijo...

Aclaración: el encomillado es porque la palabra tío/a me hace mucha gracia :)

Sk dijo...

Che, ya me di cuenta :D

Pero me sigue haciendo chiste la diferencia. Siempre que me han dado un masaje, me he sentido absolutamente atraida por quien me lo hacia, en algún determinado momento de la sesión. La piel siente y yo la dejo.

Kco dijo...

"la piel siente y yo la dejo"

buenísima esa frase.
me la robo.

n., dijo...

hoy fui a la peluquería. entré a las 16.45 y salí a las 20.00.
Cambié el look =)

Sk dijo...

Sí por algo me da pereza la peluquería es por la de tiempo que se pasa dentro.

N., ¿qué te has hecho? ¿El cambio fue muy radical?

n., dijo...

Mirá, cuando mi hermanita (8 años) me vio no me reconoció, solo después de mirarme por unos 30 segundos dijo: Nadia! No te reconocí! Así que supongo que fue bastante radical, pero me encanta.

n., dijo...

Nada de cambiarme el color de mi pelo, eh.

Sk dijo...

A mi me encantan los cambios radicales de pelo. Sientan de puta madre.

n., dijo...

No se si en todos los casos sientan bien. Pero si se que se sienten de puta madre.

Sk dijo...

N., :D muy aguda.

Julián dijo...

Cuando voy a la peluquería y el tipo que me corta está con una mina, siempre dentro mío resuena la misma frase "la puta que lo parió...". Sé que todo el proceso se demorará, al menos, 40 minutos más.
Si no ocurre una desgracia de ese tipo, en menos de una hora está todo liquidado.

En mi vida tuve dos cambios radicales de pelo:

1. A los 12, cuando me hice pasar la máquina rasuradora (parecía un militar).

2. Y a los 22, cuando di por tierra con mi pelo largo.

Ups, acabo de notar un patrón en los cambios. ¿Estaré a un paso del tercero?

n., dijo...

No es nuestra culpa tener el pelo largo, Julián =)

Cuál podría ser ese cambio?

Julián dijo...

Es muy cómico esto, porque para mí una de las ventajas del pelo largo era que, justamente, no tenía que ir a la peluquería (obvio, nosotros al lado de ustedes somos casi unos salvajes).

No sé cuál podría ser el próximo cambio. Estoy muy conforme con mi corte actual. Tal vez me lo dejaría un poco más largo, sobre todo a la altura de las orejas, pero para eso necesitaría un pelo totalmente lacio (mi pelo es más lacio que ondulado, pero repito, para el corte que pretendo tendría que ser un lacio de tiempo completo).

Julián dijo...

Me quedó dando vueltas eso que dije con respecto a los hombres; eso de que somos un poco salvajes...
No sé cuántas veces he pensado esto (creo que muchas): es un verdadero milagro que las mujeres se enamoren de nosotros.

Sk dijo...

Julián, en algunos casos sí :D

Son las 4:25 de la mañana, estoy dopada tanto legal como ilegalmente y no tengo sueño. Pero nada de sueño.

n., dijo...

Yo por momentos pienso lo mismo, pero desde mi posición. Es un verdadero milagro que los hombres se enamoren de nosotras.

n., dijo...

Skorpiona, estás en la lona.

Kco dijo...

sk, por favor decime que entrás a trabajar muy tarde. de lo contrario mañana vas a necesitar alguna ayuda para estar en pie.

Sk dijo...

Curro por las tardes siempre y mañana además, descanso :))))))))

Kco dijo...

jajaja picarona...

Sk dijo...

Che, me lo merezco que hoy he sufrido muchísimo. jijiji

Kco dijo...

voy a echar un poco de humo.
yo mañana tampoco trabajo.

sk: acá "curro" es algo totalmente distinto. tiene varios usos, pero todos son bastante parecidos.

julián, te toca a vos explicar. yo tengo los fósforos en la mano.

además no soy el catedrático. soy el iracundo :))))

Kco dijo...

jajaja a veces te comportás como una niña.
me gusta.

Sk dijo...

"Curro" no será una palabra fea, ¿no? Hasta que llegue Julián me conformo con un Iracundo "sí" o "no".

Julián dijo...

Yo tampoco soy el catedrático! Todo esto es una gran confusión...

Sk, curro acá tiene un sentido negativo.
Ahora se me ocurren dos variantes:

1. Como sinónimo de robar. Por ejemplo, "me curraron el auto" quiere decir que te lo robaron (es un lenguaje muy informal, aclaro).

2. Como sinónimo de pseudo-trabajo. Por ejemplo, "qué buen curro encontraste, ¿eh? No hacés una mierda y te pagan el doble que a mí". También se usa para trabajos o negocios en donde se termina robando plata, literalmente. Por ejemplo, una obra pública con un presupuesto inflado (adrede, para robarse una parte) también es un curro.

Sk dijo...

Pues aquí currar es trabajar sin más.

Julián, gracias y no te rebeles contra tu destino, eres el Catedrático :P

Kco dijo...

che, escuchame una cosa: vos no tenés límites. son casi las cinco de la mañana!!!!!!!!!!!!!

yo recién miré y me cuenta de que es casi la una de la mañana. la re puta madre. me gustaría que fueran las siete y media de la tarde. o las tres. o la una y media. o las ocho de la mañana. o la una.

qué bueno que casi sea la una.

:)

Sk dijo...

Ayer fue un día de anastomosis. A las seis y poco apagué el ordenador y me puse a dormir. No sentir el cuerpo es una bendición.

Hoy me he levantado a la una de la tarde. Viva la disipación.