Kco, el Intenso

En la carta de Kco hay mucho que matizar. El dicho de “quién te entienda que te compre”, le define mejor. Pero Kco es un humano (demasiado humano diría yo) no un enigma, aunque me apuesto la cabeza, que mucha gente que le conoce y le ha conocido, les costarán definirle.

El Sol de Kco está en Leo. Su aspiración en la vida es brillar, dejar huella y deslumbrar al mundo. En la evolución zodiacal el ser humano da un paso adelante cuando llega a Leo. Toma consciencia de si mismo y se maravilla de la cantidad de cosas que puede hacer si se lo propone. En Leo el hombre se mira el ombligo y lo que ve le gusta.

La primera distribución de planetas está bastante compensada. Tiene la misma cantidad de signos cardinales que fijos. Los signos fijos corresponden con la plenitud de las estaciones. La energía es concentrada, dedicada y enfocada. Los signos fijos dan forma a la energía cardinal, que es pura y bruta, y la transforman en algo definido. Por tanto Kco tiene una buena dosis de empuje y capacidad de concentración. En cuanto a mutabilidad anda cojo. Kco sabe crear y transformar la energía, pero una vez terminado el proceso, no sabe muy bien que hacer con ella. Todo esto le define como un Leo, muy Leo.

Lo siguiente son los elementos. Gana el fuego por uno, empatan tierra y agua, y de aire no tiene nada. Curioso. Con tanta carga de fuego, Kco sigue siendo muy león, que además tiene sentido común, está conectado con sus emociones, pero la falta de aire es un obstáculo a la hora de relacionarse y expresarse. Ojo, no he dicho que no lo haga.

Por cuadrantes tiene el “yo inconsciente” ocupado. Esto denota cierta introspección, tendencia a mirar hacia dentro de uno mismo e influencia del ambiente inmediato donde vive. La carta de Kco no ofrece ningún stellium. Sus planetas andan desperdigados y activan diferentes energías.

Antes de seguir voy a matizar una cosa. Cada elemento tiene una característica básica que lo define. Cuando digo, por ejemplo, que el fuego es visceral, no es que carezca de sentimentalismo, sentido práctico o inquietud intelectual. Tiene algo de todo eso pero su rasgo dominante es el instinto.

Para entender a Kco hay que pararse en su Casa I. El Asc. siempre marca el comienzo de la Casa I y por tanto de toda la carta. En la Casa I de Kco también están la Luna y Saturno, todos ellos bajo el signo de Cáncer. Se suele considerar al planeta ubicado en esta carta como regente de la misma. Cobra una relevancia enorme, pero aquí tenemos dos y ambos comparten ese dominio.

El Asc. es la máscara que nos colocamos para salir al mundo. Se nota sobre todo en la infancia, luego con la evolución uno se hace más solar y más de su signo. Por ejemplo, alguien que solo nos haya visto una vez, lo que percibirá será nuestro Asc. En cambio los que nos conocen en profundidad “ven” nuestro signo solar. Cuando un signo de fuego usa una máscara de agua, y como en este caso, hay una carga importante de esos dos elementos en el resto de la carta, el resultado es una desproporción. Un exceso. En todos los sentidos. Leo es un signo muy cálido y afectuoso, Cáncer es igual pero más dulce. El resultado, Kco no escatima gestos cariñosos y si tiene el día expresivo, será un mimoso y un sobón de puta madre. En cambio, cuando la Luna cambie y tenga el día torcido, puede llegar a comportarse de la manera más odiosa, hiriente, enrabietándose contra el mundo como un niño. La Luna tiene cuatro fases, así que hay más opciones. Otra que quizás sea llamativa es cuando Kco se encierra en si mismo. Se repliega y no deja entrar a nadie. Como es Leo esta quizás pase más desapercibida y también esté impregnada de alguna mala contestación o mal modo. Julián también posee un humor muy variable.

El Asc. en Cáncer hace que la persona sea huidiza, tímida, cautelosa. Esta posición otorga el poder de la empatía. Kco y Julián reciben una impronta brutal del mundo. Perciben más allá de lo que ven y oyen. El lenguaje corporal es algo que descifran de manera innata. Por ello no es raro que quien tenga este Asc. opte por forjar una coraza muy dura, que le mantenga a salvo de los demás. Para mi este es el caso de Julián, el mismo ha dicho un par de veces “que resulta antipático”. Los cangrejos siempre avanzan, pero nunca en línea recta. Van de lado a lado, estudiando el ambiente, sopesando la información, poniendo a prueba al prójimo, hasta que se relajan y entonces descubres que bajo esa capa dura, hay un ser tremendamente tierno, afectuoso y cariñoso.

Kco, además, tiene a la Luna en la Casa I. Kco no es que empatice, es que casi es capaz de leerte la mente. Es como una parabólica que recopila toda la información ambiental y la registra. Otra característica es la gran memoria y la acumulación de datos. Si la Luna estuviera en otro signo, esta cualidad se atenuaría, pero está en Cáncer, el Gran Acumulador de Emociones. Hay una frase de Kco que define a la perfección la Luna en Cáncer: “yo me cargo de sentido retrospectivamente”.

Si el Sol es nuestra aspiración básica y la Luna la emoción necesaria para desarrollarla, Kco, tiene la difícil tarea de ser un rey León que tiene que brillar por lo que es y por lo que fue. No quiere renunciar a nada y ahí es donde se hace bolas. Se llena de cosas que estorban. Antes prefiere perder una pinza de cangrejo a perder un recuerdo. Su Sol en Leo se resiente. Quiere brillar, avanzar, dar un zarpazo a todos aquellos que le estorban, pero le cuesta mucho desprenderse. El furor y el orgullo exacerbado de Leo es muy susceptible al fracaso, se confunde y pierde la noción de la realidad. La energía de fuego se emplea entonces para mantener agonizando lo que ya no tiene vida, lo que acarrea un desgaste emocional inmenso.

Pero bueno... Kco está diseñado para eso mismo. Sufrirá y gozará a partes iguales. No hay punto medio. La pasión es cosa del agua y del fuego. Son pasiones distintas con un ritmo opuesto y complementario. El agua es interior y retraída, el fuego es exterior y espontáneo. Pero ambos elementos son igual de invasivos. Kco es excesivo en todo, no lo puede evitar. Su emocionalidad desata sus instintos y viceversa. Tiene un alto sentido de la posesividad y el territorio, que defenderá con uñas y dientes, y además, padece cierta tendencia a sentirse retado por los demás.

Hasta aquí he tratado de definir lo que yo pienso es el rasgo característico de Kco, su apasionamiento hacia la vida. Pero esto se queda cojo. Ofrece una imagen muy activa de Kco, muy solar y la Luna es tan poderosa como el Sol. En su caso lo opuesto se manifiesta a partes iguales. Hay una vida exterior, tremendamente dramática y arrolladora, pero también está la vida interior y lunar, tan grande como la otra.

La Luna en Cáncer es recogida. Es maternal, familiar, tradicional, protectora. Necesita nutrirse de sentimientos y nutrir a los demás. Es imaginativa, escapista y una gran arquitecta de refugios. Aunque no lo parezca, hace a sentir a la persona desvalida y vulnerable. Claro que no se notará, por algo es Leo y su sentido de la dignidad no tolera la compasión hacía su persona. Su mundo interior es su tesoro al que poca gente habrá permitido entrar. Es el santuario donde almacena cientos de sensaciones y colecciona los objetos que se las recuerdan. Este es un ejercicio solitario y también necesario. Pero a veces se le puede ir la mano y esa soledad le pesa mucho. Entonces los recuerdos se vuelven demonios, pero como es un coleccionista, no quiere desprenderse de ellos.

Cuando el mundo se vuelve hostil y es necesario un hombro donde llorar, no es que no tenga a quién acudir, más bien no sabe explicar lo que le pasa. Fundamentalmente porque le pasan muchas cosas a la vez y no porque sea disléxico y no encuentre las palabras. Todo lo contrario. No hay más que leer sus posteos para darse cuenta que no es por torpeza. Kco puede mostrarse muy irónico, encabronado y hasta cruel, y a la vez por dentro estar destrozado. Explicar ese proceso, la emoción que le domina y el detalle que lo ha desencadenado, es una tarea difícil para él, porque aunque desea compartirse, también teme hacerlo. El orgullo le puede y la irracionalidad de la emoción le absorbe. No es fácil para él adquirir distancia y tener perspectiva. Le pesa mucho la parte “física”, el instinto, la visceralidad con la que se toma la vida, que en su caso está llena de emociones. Esto le da un punto incomprensible, irracional y difícil. Y aquí es donde recuerdo que Kco no tiene aire ni mutabilidad, rasgos necesarios para la buena comunicación con su entorno y consigo mismo.

Por último breve mención a Saturno en Cáncer. En Kco hay seriedad. A pesar de lo expresivo que puede llegar a ser físicamente, es un tío que desprende integridad. A Julián le pasa igual. Existe la clara consciencia de lo que es la realidad física y sus protocolos. Otra cosa es que guste, pero ambos conocen las reglas del juego. En Saturno hablamos de prudencia y frialdad. Saturno en Cáncer no está del todo incómodo, lo que no quita que produzca un efecto constrictor a su Luna de por sí retraída. La tendencia es reprimir las emociones, por entenderlas como un obstáculo debilitante y posiblemente la educación recibida tenga mucho que ver.

A Saturno me gustaría dedicarle un capítulo aparte. Julián y Kco comparten Asc. y ambos tienen a Saturno, en distinto signo, pero en la misma casa. Plutón está en ambos casos en la tercera. No me parece casual y pienso que esto corresponde a la influencia familiar.