a las 2 am me eché en la cama como bolsa que papas que cae al agua desde un contenedor. casi rompo las tablas que sostienen al viejo conchoncito. a 9,30 am suena el despertador y me levanto. no sé por qué suena. pero suena y me levanto. como si fuera un día de trabajo. como si hubiera olvidado que estoy en una semana de vacaciones. dormido, con los ojos hinchados, me desperezo y salgo de las sábanas. ayer comí excesivamente y me había propuesto ir a correr para morigerar los efectos de mis excesos. no entiendo cómo sigo repitiendo este artilugio: doy rienda suela a mi falta de límites haciéndome creer que al otro día voy a remediarlo. lo último que quiero hacer ahora es pagar la cuenta de ayer. es como pasarse con la tarjeta de crédito.
bah...
mejor voy a preparar un buen desayuno.
después a la tarde salgo a correr...
13 comentarios:
Pero qué disciplinado eres. A mi no hay nada que me erotice más, que el sonido del despertador y saber que puedo continuar durmiendo en absoluta felicidad, por estar de vacaciones.
pero sk, vos sos mujer, y las mujeres tienen la admirable capacidad de dormirse todas las veces que quieran, como quieran y donde quieran.
y vos no sé qué sos, n., sos un petardo, sos inexplicable...
¿Ah sí? No sabía que fuera un rasgo femenino.
"y vos no sé qué sos, n., sos un petardo, sos inexplicable..."
jajajajajajajaja
En serio es un rasgo femenino?
No sé si es solo femenino. De hecho, creo que no. Conozco a varios lirones acá cerca mío.
Che, tu método para pecar es buenísimo: hacer promesas insostenibles para salir del paso.
sí, tal cual. me miento.
y lo peor es que me creo!!!!!
Es que creerse, en este caso, es fundamental!
Jajajajajajajajaja
Y luego, ¿no os sentís culpables?
No, en realidad no. Siempre tengo un buen argumento a mano.
No sé porqué el posteo de Kco. me ha hecho acordarme (malditos evocadores) a mis tiempos de "mujer adolescente". Con mujer adolescente me refiero a la etapa de mi vida que empezó en la adolescencia y que no terminó hasta los treinta, y en los que viví en un infierno de obligaciones femeninas que jamás cumplía. Por ejemplo: dietas, gimnasio (este fue breve pero atroz) y demás pendejadas que ocuparon mucho espacio y energía en mi persona.
Esa larga época se resumen en una palabra: culpabilidad.
Siempre haciéndome promesas que no cumplía y sintiéndome fatal por ello.
Fuck.
Yo no le doy bola a todo eso, la verdad es que me aburre mucho.
Yo le he dado mucha. La verdad que esta es una de la mejores cosas de cumplir años. Una termina por asumir ciertas cosas y manda a tomar vientos otras.
A veces cuando pienso en mi misma hace diez años me horripilo. Qué agobio.
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