martes, 23 de septiembre de 2008

[honestidad brutal]

uno de los empleados de la editorial es... cómo llamarlo... un malformado, un semi idiota. la razón de su permanencia todavía sigue siendo una rareza a mi intelecto. supongo que nos somos funcionales recíprocamente: nos sale menos dinero a nosotros y él puede trabajar, cuando normalmente en cualquier empresa lo habrían rajado a patadas en el culo.

entre sus más destacados logros puedo citar: haber perdido un cheque de 1500 dólares (siendo que llevaba una carpeta especial para no perderlo en su trayecto al banco); una falta de imaginación prodigiosa; una salud deplorable; una lentitud a toda prueba; errores cotidianos de todo tipo.

durante septiembre se ausentó casi tres semanas por padecer neumonía. a su vuelta, nos encontramos con una versión de él que acentuaba todas las virtudes que enumeré en el párrafo anterior.

hoy me di cuenta, a la mañana, que sin que hubiera hecho nada nuevo, tenía ganas de matarlo. de verdad lo digo. literalmente. tenía ganas de prenderme a su cuello y estrangularlo gritándole todas las barbaridades que he acuñado en los doce meses que llevamos con él.

y he aquí la explicación que he encontrado: mi rechazo a él es un rechazo biológico. es decir, los genes se manifiestan y me piden que me aparte de ese ejemplar fallado.
en principio, podría encontrar más o menos censurable esta emoción. pero lo cierto es que toda la naturaleza se expresa en este rechazo. soy un animal que quiere huírle a un animal decadente.

8 comentarios:

Sk dijo...

No sé si es rechazo biológico o qué, pero a mi me pasa igual. Todo lo que tenga que ver con la enfermedad, malformación, etc, me repele sobre manera. No despierta mi compasión, más bien me da grima y mi madre siempre ha dicho que dios me castigará por ello.

Desde niña les he tenido especial pánico a los niños, o personas mayores, con síndrome de down. Me dan mucho miedo y no sé por que. Y eso que una vez tuve trato con un niño de dos años con ese problema y era simplemente encantador. Pero ya si si son más mayores me siguen asustando.

Julián dijo...

Buenísimo este post.
Lo que decís puede sonar duro, pero es así como funciona (y como funcionó y funcionará).
Por otra parte, me encanta como está redactado.

Julián dijo...

Es que sentir culpa por eso es absurdo.
Es como enojarse con el buitre porque revolotea los moribundos.
Es nuestra naturaleza y podemos controlarla en el plano de la acción, pero no tanto en el de la emoción.

Julián dijo...

Señores: el respeto y la consideración es algo que se gana. Nunca algo que se mendiga.
Lo que se mendiga, con suerte, es lástima, y un hombre digno jamás debe permitirse eso.

Mr Burzum dijo...

Me gusta tu post Kco, no así los comentarios...

Algo no debe haber alcanzado la luz necesaria para la revelación final... el despido! Nos ocultas información picarón...

Julián dijo...

"Me gusta tu post Kco, no así los comentarios..."

Usted cállase, borrachín.

Kco dijo...

jajajajajajaja

Julián dijo...

* cállese