miércoles, 16 de julio de 2008

[detrás de las palabras]

antes de empezar, quiero aclarar que soy un poco fóbico. y la obligación de saludar a ciertas personas, por ejemplo, me dispara la fobia.
pero entre todos los seres a los que hay que saludar, los porteros de los edificios (autollamados "encargados", para darse aires de no sé qué) me abruman. cada vez que uno los cruza se impone el saludo. aunque sea la tercera vez que uno los cruza en el día. ¡tremendo!
el peor de todos, el paroxismo del saludo, es el que se da con el portero de la oficina. como salgo y entro al menos diez veces, ¡diez veces le digo hola!
cuando pienso en esto intuyo que hay un montón de cosas que se expresan con una misma palabra o frase.
es entonces cuando creo que los perros, con ese "guau", tienen un lenguaje de lo más complejo.

12 comentarios:

Anónimo dijo...

Los porteros son despreciables. Cada vez que entro a mi edificio y veo a ese sujeto parapetado detrás del escritorio, siento una violación total de mi intimidad. El tipo ahí, sentado y mirándome. Más que de saludarlo, me dan ganas de pegarle una trompada.

Igor

Anónimo dijo...

Además uno siente cierta presión de tener que saludarlos y caerles bien. Todos sabemos que en algún momento vamos a necesitar de sus servicios.
Porteros, otro mal necesario.


Roberto.

n., dijo...

Como AMO vivir en una casa.

Anónimo dijo...

Yo no saludo a nadie más de una vez por día. ¿Se entiende? A NADIE.
Mucho menos a un portero (también soy consciente de que a mucha gente no le caigo muy simpático que digamos).
Con respecto a ese tema en particular, hace rato ya decidí que mi vida no transcurrirá en un consorcio. Nada de departamentos. Quiero casa, y con mucho verde. Quiero aire puro, y perros labrador.

Julián.

Sk dijo...

Los porteros caen mal y no sé porque. Nunca he vivido en un edificio con portero y en estos tiempos, su oficio queda algo desfasado.

Aquí al menos en España se limitan a subir el correo, recoger paquetes y bajar la basura. Cosas que perfectamente puede hacer uno mismo.

Pocos trabajos son tan aburridos como el de portero.

Chaos.

Kco dijo...

quizás es por eso mismo que se la pasan diciendo "hola". por aburrimiento. no sería raro que esa profesión fuera pródiga en fabricar homicidas seriales.

Anónimo dijo...

Skorpiona, no sé en España, pero acá en Argentina, hay varias cosas que los hacen detestables:

1. Son unos chismosos incurables.
2. Sólo son muy amables con los que les dan un "extra" mensual (léase propinas).
3. Son capaces de hacerte desaparecer correspondencia si no les caés bien.
4. Tienen sueldos demasiado altos.

Julián.

Sk dijo...

Julián, pues más o menos como aquí. En cuanto a sueldos no creo que esté muy bien pagado, tampoco mal. Lo que sí sé es que antes, quizás la costumbre se haya modificado con el tiempo, al portero le daban un piso en el edificio donde trabajaba y no le cobraban alquiler. Eso ya de por sí es una mega ventaja.

Aquí en España si alguien te llama "portera" (vale para hombres) te está llamando cotilla con cierto desprecio. Lo de chismosos es lógico por lo aburrido de su trabajo. No hay nada que fomente más la rumorología que el aburrimiento.

Chaos.

n., dijo...

En Argentina a los porteros les dan un departamento en el mismo edificio donde él y su familia, si la tiene, puden vivir.

n., dijo...

*pueden

Anónimo dijo...

No sólo eso. Además, tienen todos los servicios gratis (electricidad, gas, etc.). Considerando los costos en Argentina, esos "pequeños beneficios" representan el 50% o más del sueldo de un empleado promedio.
Es cierto lo que decís, Skorpiona. La gente chismosa lo es, en general, porque no tiene nada demasiado interesante que hacer.

Julián.

n., dijo...

Se me pasó ese "pequeño" detalle.