viernes, 1 de mayo de 2009

Sobre las conspiraciones en tiempos de la influenza

“el mundo atribuye sus infortunios a las grandes conspiraciones y maquinaciones de grandes malvados. Entiendo que subestima la estupidez”.

Adolfo Bioy Casares

8 comentarios:

Kco dijo...

Ic, yo en esto de La Gran Conspiración soy agnóstico: ni creo ni dejo de creer porque no siento que esté a mi alcance ese conocimiento.

O sea, tranquilamente encuentro elementos para creer una cosa u otra.

Iconoclastia dijo...

Yo también me considero agnóstica en este y muchos sentidos. Lo que pasa es que he visto cada teoría de la conspiración con respecto a la influenza, que me confirma que la estupidez humana no tiene límites.

Anónimo dijo...

"Estupidez humana"

Reflexionando, ¿es que acaso he dicho un pleonasmo?

Ic

Julián dijo...

El problema con estas cosas es que son como la religión: se puede decir cualquier cosa, total no hay que probar nada.
Para mi las teorías conspirativas son producto de personas con delirio persecutorio, al menos larvado.
Me refiero a las personas que creen en pequeños grupos que dominan el mundo tras bambalinas, etc.
O sea, yo estoy dispuesto a creer cualquier cosa en la medida en que me la demuestren o me resulte verosímil. Y lo que sí me resulta verosímil es que haya elites con un poder enorme que mueven hilos bastante importantes para cuidar sus intereses. Pero al mismo tiempo los intereses son tantos y muchas veces tan contrapuestos, que creo que hay muchas elites, muchos grupos de poder, y que no existe tal cosa como "la" elite, o como "el" grupo que se puso de acuerdo y domina todo. La naturaleza humana me indica otra cosa. En ese sentido, suscribo una idea de Foucault que leí hace ya muchos años: no existe un gran poder mundial, sino un conjunto más o menos definido de micropoderes.

Julián dijo...

Pleonasmo. Ic, has logrado algo que es privilegio de pocos: hacerme buscar una palabra en el diccionario de la Real Academia.

Julián dijo...

Nietszche decía que la teoría de la evolución (y algunas otras cosas más) le habían arrebatado al hombre buena parte de su autoestima y sentido de excepcionalidad y grandeza.
Tal vez ese sentimiento perdido sea una de esas mentiras útiles: eso que existe por el solo hecho de creerlo uno. Si me considero especial, actúo como si lo fuera y, de esa forma, termino siéndolo.
Me pregunto hasta qué punto nos hace bien esta costumbre de considerarnos tan estúpidos, dañinos, ordinarios, etc.

Anónimo dijo...

Tal vez no sea bueno repetirnos lo estúpidos que somos, pero lo del pleonasmo lo decía porque no creo que la estupidez aplique a los animales.

Ic

Julián dijo...

Bueno, no estoy tan seguro.
Hay animales francamente estúpidos.
En cualquier caso, supongo que la razón por la que no hacen cierta clase de estupideces, es la misma por la cual no son capaces de construir computadoras o naves espaciales.