Lo peor de Càncer

Signo de agua regido por la luna, cardinal y femenino. Su símbolo es el cangrejo.

Lindezas características: Blandura excesiva, cambios continuos, capricho, cortedad, crisis emocionales, inconstancia, influenciabilidad, irrealidad, pasividad, pereza, radicalismo, retraimiento, subjetibilidad, susceptibilidad, temor excesivo, timidez, vacilación.

Frase favorita: Siento, luego existo.

Lema: La vida es breve, por lo menos que te quiera alguien.


Ni lo uno ni lo otro, sino todo lo contrario

Cáncer es otro signo del que, simplemente, no te puedes fiar. Puede decirse que, aunque no tenga más que una cara, al contrario que Géminis, en realidad ni él mismo sabe qué cara tiene. Debe ser por culpa de la Luna, y sino que algún valiente pruebe a aguantarle en luna llena. Aunque no importa cuál sea la fase de la lunar, porque Cáncer siempre se encuentra un tanto afectado por el astro de la noche y sus cambios de humor son continuos.

Ya sea por poblemas en su trabajo, en su casa o con las amistades, unido a su forma de ser, bastante retrógrada, a la vez que muy introvertida, este nativo suele sentirse bastante fuera de lugar en no pocas situaciones. El pobre quiere a todo el mundo, en especial a sus padres, sus hijos, su perro, su gato, el pececito de colores, pero éstos no le entienden. Unos porque se casó con quien no debía (sus padres), otros porque es un auténtico plasta por tratarles siempre como si aún fuesen bebés y contolándoles la ropa que usan y a qué hora vuelven a casa (sus hijos).

Una de las características más representativas de este signo es el escapismo manifiesto que muestra hacia la realidad cotidiana, de la que nada le gusta, y que le hace buscar refugio en una montaña de libros viejos, tratados de historia, colecciones interminables y peregrinas, o cosas similares, que le ayudan a crearse un mundo de ficción en el que se siente a sus anchas. Además, y seguramente también debido a esa tendencia al escapismo, suele ser hiperreligioso y sectario, más por miedo a lo desconocido que por auténtica fe o, por mejor decirlo, puede ser un beato recalcitrante. También tiene fama de gustarle el mar y de poder ser un perfecto navegante solitario, pero eso no es más que otro ejemplo de su tendencia a escapar de las humanas cuestiones, pudiéndose entender en esta afición marinera su deseo irrefrenable de volver al útero materno, donde estaba tranquilito y protegido, pues el mundo en que vive le provoca auténtico pánico.

Posibles Cáncer de ficción:Blancanieves, Charlie Brown, Madame Butterfly, Marco (“De los Apeninos a los Andes”), Papá Pitufo, Popeye, Superman y Death Mask.

Lo peor de Cáncer con…

Cáncer-Aries

Pareja incompatible donde las haya. El solo hecho de intentarlo puede ser o una osadía admirable o un auténtico despropósito. Aries y Cáncer están condenados a no entenderse nunca, y raro será, por no decir imposible, que lleguen a viejos conviviendo juntos. Como suele decirse en gastronomía, esta relación tiene el inconveniente de que acostumbra a empezar llenando antes el ojo que la tripa. Aunque al principio Aries lanza fuegos de artificio, al cabo resulta convencional y monótono, y Cáncer suele recular y escudriñar el horizonte o morirse de aburrimiento y desesperación encerrado en sí mismo. Los hijos de esta rara mezcla suelen ser introvertidos y muy independientes.



Cáncer-Tauro

Puede ser una relación ideal, tanto afectiva, como amorosa o sexual, llena de colorido y vistosidad, pero siempre y cuando Cáncer sepa inventar constantemente nuevos juegos y situaciones para sorprender a Tauro, pero sin cansarlo, y Tauro sepa desplegar toda su sensualidad y se deje de remolonerías inoportunas. De no ser así, caerán en la rutina y Tauro se dedicará a engordar mientras Cáncer duerme. Sus hijos tenderán a ser gorditos, perezosos, dormilones y poco amigos de excursiones y deportes.


Cáncer-Géminis

Una de las cosas que más suelen sorprender a Cáncer en esta relación, es que da la impresión de que Géminis nunca sabe muy bien lo quiere, ni cuándo quiere, o si lo quiere pero no sabe si lo quiere ni con quién lo quiere. En fin, ¡un lío! Por todo ello, es indispensable que Cáncer use de su intuición para saber cuál es el momento adecuado y actuar en consecuencia. Ahora bien, si a Géminis le da por sorprender, lo mejor que pude hacer Cáncer entonces es salir corriendo si no quiere acabar más lunático de lo que ya de por sí suele ser. Los hijos de semejante unión, por fuerza han de ser despiertos y agudos.


Cáncer-Cáncer

Al principio esta relación puede ser como los fuegos ratifícales, a cuál más difícil y sorprendente y con traca y todo, pero finalmente los fuegos se apagan y los Cáncer acaban por aburrirse soberanamente y ponerse a hablar de literatura o hacer ganchillo, y, sobre todo, a engordar apaciblemente mirando la luna. En la cama sucede algo parecido, aunque aumentará la fogosidad coincidiendo con los plenilunios. Los hijos pueden salir muy caseros, o, por rebote, justamente lo contrario.




Cáncer-Leo

Puede funcionar perfectamente, siempre que Cáncer sepa en cada momento cuándo está disponible Leo, lo que no suele ser fácil por culpa de Leo. Ahora bien, si Cáncer está disponible cuando a Leo se le antoja, y además se deja conducir única y exclusivamente como Leo ordene y mande, todo irá sobre ruedas… para Leo, que no para Cáncer, que siempre tendrá la sensación de quedarse a medias. Además, y muy importante, Cáncer ha de hacerle creer muy sutilmente a Leo que es el rey de la creación y seguirle la corriente. De lo contrario, mejor que duerman en camas separadas. Sus hijos, por regla general, suelen tirar a pijitos (fresitas), cuando no a muy pijos.


Cáncer-Virgo

Puede ser una relación perfecta, interminable e idílica, siempre y cuando Virgo encuentre el mecanismo para canalizar su sexualidad sin cortarse y que no tenga la más mínima duda sobre la fidelidad de su pareja. De lo contrario, probablemente pondrá tierra de por medio aunque rompa el corazón de su amado cangrejo, y de paso, le guste o no reconocerlo, el suyo propio. Los hijos de esta relación serán muy listos, incluso demasiado, pero pueden resultar repipis, charlatanes y un poco cargantes para sus compañeros y profesores.


Cáncer-Libra

Relación soporífera y condenada al mayor de los aburrimientos. No se llegarán a pegar, pero mejor sería que de vez en cuando se zurrarán si quiera por matar el rato. En la cama echarán muy buenos sueños, pero no sin antes desearse muy buenas noches, ya que son gente educada. Los hijos serán gordinflones, algo traviesos, pero muy bonachones.


Cáncer-Escorpio

Buena pareja, pero con un pero: se tiñe excesivamente de sadomasoquismo. Eso significa que existe un serio riesgo de que pueda llegar la sangre al río y, de producirse tal supuesto, es poco probable que se restañen las heridas, dado que los dos son marcadamente sensibleros y resentidos, y difícilmente sabrán perdonarse. En la cama todo perfecto, salvo por otro pero: pueden llegar a olvidarse de que para vivir y gozar también hay que comer y dormir. Los hijos aprenderán a sobrevivir por sí mismos, mientras sus progenitores retozan.


Cáncer-Sagitario

Relación nada prometedora, por no decir imposible. Sagitario es dominante y nada casero y Cáncer casero y poco dado a dejarse dominar por alguien que no le aporta nada. En la cama podrán entenderse si se trata de encuentros esporádicos y muy breves, nada parecido a una vida en común o legalmente establecida. Los hijos, si los hubiere, podrían salir bastante mal criados, sobre todo si es Sagitario quien los educa, y blanduchos de carácter si el educador es Cáncer.


Cáncer-Capricornio

Pareja altamente compatible. Capricornio no es un animal de andar por casa, al contrario que Cáncer, cuya idea del paraíso es tener una bonita y confortable casita, en la que convivir con varios retoños, gatos y (¡glup!) recibiendo a menudo la visita de familiares y amigos. En cambio, Capricornio vive por y para su trabajo y todo lo hace con vistas a destacar en la sociedad. Quizás se puedan acoplar llegando a un acuerdo: tú en casa (Cáncer) y yo a traer dinerito. En la cama se podrían entender, siempre y cuando los dos muestren su lado más sensual y menos inhibido, cosa no siempre posible por vergüenza y cortedad de ambos. Sus hijos suelen ser educados demasiado a la vieja usanza, lo que, sabiendo como es la sociedad de hoy en día, les puede acarrear problemas de adaptabilidad.


Cáncer-Acuario

Si el hogareño Cáncer cree que va a retener en casa al rebelde Acuario, ¡la tiene clara! Y si Acuario cree que va a salir todos los días de marcha con Cáncer, ¡también la tiene clara! Lo difícil entre ambos, en líneas generales, es que raramente se pondrán de acuerdo a la hora de decidir cosas tan cotidianas como el menú del día, dónde hacer la compra o si ir al cine a ver esta película o aquella otra. Pero lo peor no es eso, sino que aún más difícilmente se pondrán de acuerdo en las cosas más importantes, como decidir a qué colegio irán los hijos, si tienen que hacer la comunión o no, o si traemos a tu padre o a mi madre a vivir con nosotros. En fin, ¡un tormento! Con todo esto, a nadie extrañe que en la cama tampoco terminen de ponerse de acuerdo sobre si sí o si no, o si así o si asá. Los hijos de esta pareja pueden ser muy sumisos durante la minoría de edad, pero tener la maleta preparada en cuanto estén a punto de cumplir los dieciocho años.


Cáncer-Piscis

Puede ser muy intensa, emotiva, placentera e incansable esta relación, pero siempre y cuando no sea excesivamente continuada, pues a Piscis hay que dejarlo un poco a su aire. Claro, que eso le da un respiro a Cáncer para inventar nuevas audacias. En fin, de existir lo perfecto, esta sería una combinación perfecta sin paliativos ni peros, salvo que se considere un lastre la excesiva ternura mutua, en la que cabe todo y todo se perdona. Los hijos de esta pareja ideal también podrían ser seres cuasi perfectos, si no estuvieran mimados hasta el delirio y ello los convirtiera en individuos excesivamente blandos.