cuando volvía del trabajo en subte, hace algunos días, subió un tipo con una guitarra y anunció que cantaría algo. era un tipo mayor, de unos 50 años, con una sonrisa fingida y con un aire de suficiencia. su "estela" no era buena, y me dije para mis adentros que le sería difícil a ese tipo sacarme alguna moneda. 

cuando anunció que lo que iba a interpretar era folklore me dio ganas de cortarme las pelotas. pero el pequeño ser se terminó de enterrar diciendo "esta es nuestra música, la música de nuestra tierra, no lo olviden". 

me dio tan por las pelotas esa recriminación, ese tirón de orejas, que me puse a repasar el origen de mis antepasados: salvo que haya algo que yo no sepa, ninguno de ellos es autóctono, con lo cual no entiendo cuál es mi deuda con ellos. pero además: ¿cómo puede ser tan mentecato de no darse cuenta de que las capitales del mundo se parecen mucho más entre sí que las capitales con su interior?

aunque tocaba muy feo la guitarra, tenía una linda voz. pero igual no le dejé una puta moneda.