" En Obelisco , el genial cuento de Juan Martini, uno de los personajes recuerda historias que habitaron la noche de Buenos Aires, que lo llevan a bares y calles que ya no existen, que desaparecieron cuando se construyó el Obelisco. El personaje comparte sus memorias de esos tiempos, y cierra sus relatos diciendo algo así como: "Pero claro, eso fue en la época en la que el Obelisco no existía".
Esa frase instala la nostalgia con un efecto doble: por una lado nos acerca a una Buenos Aires que ya no existe, y al mismo tiempo, enreda nuestra imaginación, ya que es imposible visualizar esa zona sin tener presente al Obelisco.
Pienso que quizás en veinte años, pasaré por Viena y recordaré las noches en compañía del Zurdo, Joaquín, Moliné, el Negro, Gatica, Mecha Corta, Esperanza, el Cantante y Cortázar, y sentiré una nostalgia similar a la del personaje del cuento de Martini.
Sospecho que todos tenemos Obeliscos personales erigiéndose lentamente sobre los terrenos que marcaron nuestros mejores años. "
3 comentarios:
nunca tan justo.
Qué duro ha sido leer esto hoy.
"Claro, eso fue en la época en que nos juntábamos en Austria"
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