viernes, 15 de junio de 2012

RC

" En Obelisco , el genial cuento de Juan Martini, uno de los personajes recuerda historias que habitaron la noche de Buenos Aires, que lo llevan a bares y calles que ya no existen, que desaparecieron cuando se construyó el Obelisco. El personaje comparte sus memorias de esos tiempos, y cierra sus relatos diciendo algo así como: "Pero claro, eso fue en la época en la que el Obelisco no existía".

Esa frase instala la nostalgia con un efecto doble: por una lado nos acerca a una Buenos Aires que ya no existe, y al mismo tiempo, enreda nuestra  imaginación, ya que es imposible visualizar esa zona sin tener presente al Obelisco.

Pienso que quizás en veinte años, pasaré por Viena y recordaré las noches en compañía del Zurdo, Joaquín, Moliné, el Negro, Gatica, Mecha Corta, Esperanza, el Cantante y Cortázar, y sentiré una nostalgia similar a la del personaje del cuento de Martini.

Sospecho que todos tenemos Obeliscos personales erigiéndose lentamente sobre los terrenos que marcaron nuestros mejores años. "

3 comentarios:

Kco dijo...

nunca tan justo.

Julián dijo...

Qué duro ha sido leer esto hoy.

Julián dijo...

"Claro, eso fue en la época en que nos juntábamos en Austria"