viernes, 3 de junio de 2011


A esto que ven acá agréguenle un piso. Es decir, imaginen que este sandwich tiene 5 jodidas hamburguesas, no ya 4. Eso es lo que vi ayer en una publicidad callejera. Pongo esta porque no encontré la que corresponde, Stacker 5.0 edición limitada. Hasta pensé en ir a un local de Burguer King a pedir una para confirmar que no se trataba de una joda. Pensé: ¿habrá alguien capaz de meterse esto en la boca? Un rinoceronte, tal vez.
 

11 comentarios:

Anónimo dijo...

Un rinoceronte seguro que prefiere el guiso de la abuela antes que eso. Es indecente la manera en que la fast food ha conquistado terreno a la comida de toda la vida. Aquí en España con su dieta mediterránea, avalada por expertos en nutrición como una de las más sanas y completas, pues estamos engrosando rankings de obesidad tanto adulta como infantil. De pena mora.

La comida rápida ha producido una generación de tragones. Una glotonería ansiosa que no sabe disfrutar de lo que come. Una comida que no aporta ningún beneficio. Se ha perdido el gusto de comer con cuchara y reposado.

Sk

Kco dijo...

yo me imagino que el que come esta hamburguesa la compra de a dos: una para comer y la otra para refregársela por la cara.

de verdad lo digo. quien siente inclinación a pedir este edificio de hamburguesas debe tener una cosa compulsiva que lo lleva a refregarse las cosas por la cara.

Kco dijo...

cosa cosa cosa cosa

Anónimo dijo...

me hace acordar en algo a la torre de panqueques. la palabra cosa es muy noble.


a.

Julián dijo...

Yo más de una vez he comido los de hamburguesa doble, pero jamás uno triple. Un cuádruple o un quíntuple ya directamente no me entran en la cabeza. Es un disparate.
Personalmente, si bien nunca fui un habitué de estos lugares, sí me gustaba comer un combo cada tanto. Ahora por suerte he prescindido totalmente. Puedo ir alguna vez, bajo una circunstancia x (por ejemplo, a la salida de un recital) pero es excepcionalísimo.

Kco dijo...

hace rato ando con ganas de ir a un burguer a comer un king de pollo francés. cómo me gusta ese sanwish

:P

Julián dijo...

El tema, sk, es que esta comida tiene los tres demonios: sal, grasa, azúcar, y en cantidades industriales. Está comprobado que esos elementos son adictivos y que activan las mismas zonas del cerebro que la mayoría de los drogas, o sea que comer esto es indiscutiblemente placentero, a priori. La única forma de lograr que deje de serlo, como diría mi querido Tonny Robins, es cambiar la representación mental. En lugar de ver una hamburguesa, ver un montón de grasa podrida pegándose a las arterias, o sea, un proceso muy mental para combatir el terrible deseo que eventualmente puede generar. Es todo un proceso que aplica a muchas cosas y que no es nada fácil, por cierto.

Julián dijo...

Tony Robbins decía que había llegado a sentir repugnancia por el pollo de Kentucky Fried Chicken, al que su hermano era tan afecto (y él también antes de convertirse a la alimentación sana). Decía que imaginaba la grasa del pollo frito pegándose a sus arterias y sentía un irrefrenable asco.

Julián dijo...

jejeje, "sanwish". qué negro maraca, ese.
el de pollo era tu favorito, si mal no recuerdo.

Kco dijo...

el de pollo era mi favorito, endeed. y sobre todo ese de burguer: el francés. no me suelen gustar los sandwish (jejej) con jamón y queso, pero este de pollo siempre me gustó. de hecho, desde hace muchos años suelo ir cada mucho tiempo y me pido el mismo coso, que va cambiando de nombre. los pibitos que atienden se dan cuenta de lo dinosaurio que soy cuando lo sigo pidiendo como "internacional francés". de pedo lo sacan por lo de "francés". pero digamos, es una denominación de los años 90.

hace cosa de dos semanas iba caminando por cabildo y cuando estuve en la puerta de uno casi casi casi que entro. pero justo hacía dos o tres días que había estado con mi orientador macrobiótico y no sé, me funcionó de represor.

pero en algún momento voy a ir a comer toda esa pila de grasa. el postre no me interesa, pero sí la pila de grasa.

Julián dijo...

jejeje
a veces hay que ceder a la tentación.
yo la última vez que pasé por un burguer fue en el post recital de Fogerty. no iba desde el post recital de Mc Cartney.