viernes, 16 de octubre de 2009

antes de ir a terapia, suelo hacer lo que Martín. voy a un café, meriendo en algún lugar y pienso sobre lo que diré. este jueves me iba a despedir de ella. desde hacía semanas sentía que ya no me era productivo. fui a lo de mi abuela, tomé un té, hice una lista mental de las razones que iba a dar para ya no ir y caminé las tres cuadras que separan un lugar del otro. mientras lo hacía, se me vino a la mente una cantidad impresionante de cosas que no había hablado y que no podía dejar pasar. entonces me pregunté si la razón verdadera por la que ya no quería psicoanalizarme era no hacerle frente a esos temas. por segunda vez en mi vida me acusé de cobarde. para cuando llegué a la puerta del consultorio, estaba destruída. me senté, la miré a los ojos, clavé la vista en el piso, y sin siquiera saludarla, hablé de cosas que jamás le había contado a nadie. al terminar, le conté que pensaba decirle que ya no quería seguir, pero que en el camino me había dado cuenta de que todavía me faltaba mucho. aunque no lo pueda creer, ya pasó un año de la primera vez. ya casi no hay dolor ni insomnio, pero no voy a negar que algunas noches siguen siendo difíciles. desde que salí de ese cuarto en Entre Ríos e Independencia me persigue el desasosiego. a decir verdad, nada me persigue... todo está dentro mío.

8 comentarios:

n., dijo...

Por cierto, Flowers, digamos que los estudios nunca existieron.

Anónimo dijo...

Qué grande eres, nena.

Sk

Flowers dijo...

Esa era la relación que me era difícil cortar de la que hablé hace poco, la relación con mi analista y, al pensar en ese posible corte, reflexioné sobre los demás. Yo también sigo yendo. Y también seguí esos mismos pasos mentales que vos. En fin...
Besos, n., y qué sea para crecer..

Flowers dijo...

Me alegra que estés bien de salud, pues.

Kco dijo...

todo un tema...

Anónimo dijo...

Lo de siempre, la pregunta no es Ser o no ser, sino Should I stay or should I go.

Loon

n., dijo...

Bravo.

Julián dijo...

"...nada me persigue... todo está dentro mío".

Qué bueno que te hayas dado cuenta de eso tan rápido.
Esa es la clase de lucidez que más paga.