viernes, 20 de julio de 2012

Qué Orlando?

Sabiendo que jamás contestará los mails, resignado, llamo al Casino para confirmar su presencia en la cena de hoy:
 
— Hola, está Orlando?
— ¿Qué Orlando?
— Speranza, Orlando Speranza —contesto, mientras me pregunto si habrá entonces otro Orlando en la oficina, y si no será ese el motivo por el cual a Orlando, nuestro Orlando, lo llaman Orly en su trabajo, para diferenciarlo de Orlando, el otro Orlando que también trabaja en la oficina de Personal del Casino.
— No, no está, quizás hace el turno tarde hoy... no sé, nunca se sabe con Orly, no? Ja.
Me quedo callado, consentir ese chiste sobre mi amigo sería una canallada; aunque sea cierto.
— OK, gracias, chau.
Espero unos minutos y llamo de nuevo. Me atiende nuevamente el impertinente
— Hola, está Orlando?
Pausa de duda
— Vos no llamaste recién? —pregunta desconfiado
— No
— No, no está Orlando —responde algo impaciente.
— Ninguno de los dos?
— Cómo? Hay un único Orlando acá...
— Ok, eso quería saber, gracias.
 
En unos minutos llamo de nuevo. Va a aprender ese impertinente a hacer preguntas estúpidas.
 

4 comentarios:

Sk dijo...

Jejejeje.

Bravo Loon.

Kco dijo...

Jejeej ira a venir hoy???

Maldito Esperanza.

Anónimo dijo...

Amo ese sentimiento de poder que te da un teléfono.

Küsse!! (para Felipe)

Anónimo dijo...

Veni a dar una vuelta conmigo

Felipe