"Así perdí una parte de la ciudad; o, mejor dicho, una parte de mi ciudad me fue robada. Imaginé un ciudad en que las calles, las aceras, se van cerrando poco a poco para nosotros, como las habitaciones de la casa del cuento de Cortázar, hasta acabar por expulsarnos."Estábamos bien, y poco a poco empezábamos a vivir sin pensar" dice el hermano del cuento aquel después de que la presencia misteriosa se ha tomado otra parte de la casa. Y añade: "Se puede vivir sin pensar". Es cierto: se puede." JV , de El ruido de las cosas al caer
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