jueves, 13 de enero de 2011

De los legendarios rasgos que se achacan al signo de Escorpio, uno de los más relevantes, es el carácter rencoroso y vengativo de este signo. Yo en mí misma lo veo. Otra cosa es que lo ponga en práctica. Soy más bien de las que sacan la silla a la puerta de su casa y esperan pasar el funeral del vecino.


Acabo de tener una conversación con Nel. He escupido veneno en mi estilo, useasé, en dosis pequeñas, sutiles pero lo suficientemente potentes, para crearle una gran duda que le obligará a cuestionar algo que daba por hecho.

No me siento muy bien. Tengo demasiada conciencia. O soy muy cobarde. Temo el efecto que este envenenamiento pueda ejercer sobre la idea, imagen o lo que sea que tiene de mí. Por otro lado, hay una parte de mi amor propio que clama venganza. Pero es que ya está bien de muchas cosas, y como lo mío no es combate cuerpo a cuerpo, peleo con las armas que tengo y mejor sé manejar.


Es la segunda vez en esta semana, que de forma premeditada y por un sentimiento de venganza, me comporto como una cabrona calculadora y alacrana.

Dónde las dan, las toman.

A cascarla.

9 comentarios:

Julián dijo...

Hay que tener mucho cuidado con los escorpiones. Mi hermano mayor es uno de ellos y puedo dar verdadera fe de su alma vengativa.

Anónimo dijo...

En nuestra defensa diré, que este comportamiento se debe a que previamente se nos ha tocado alguna fibra sensible. Quizás sin querer, quizás algo que para otros no es importante, pero el alacrán es un rebobinador de recuerdos compulsivo y un esclavo de sus emociones.


Sk

Julián dijo...

Es que eso le aplica a todo el mundo. Siempre el deseo de venganza, el rencor, son producto de cualquier cosa vivida como humillante, degradante, etc. Lo distintivo es cómo te parás ante eso. Hay gente que perdona con facilidad, entre otras cosas porque siente que la mala energía del rencor la destruye. Hay otra que necesita resarcirse de manera clara a través de la venganza.

Anónimo dijo...

Bueno, entonces rectifico. Es que los alacranes venimos de fabrica muy susceptibles.

:DDDD

Sk

Kco dijo...

no sé si pasa por un tema de sensibilidad o por un tema de cómo reacciona uno ante el supuesto golpe a la sensibilidad

hay gente que frente a una situación de estas, dice para sus adentros (o para sus afueras, depende) "te vas a la puta que te parió" y borra a esa persona de su vida. ese es mi caso. lo de la venganza nunca lo he sentido. no digo que en mis 35 años nunca jamás sentí deseos de venganza, pero sí digo que me cuesta recordar algunos pocos ejemplos.

sí en cambio tengo infinidad de recuerdos de situaciones en las que tuve esta otra postura que cuento.

el deseo de venganza es como un fueguito al que hay que ir alimentando todo el tiempo. y yo no tengo la constancia para eso.

sk, me gusta más "a cascala" que "a cascaRla"

Anónimo dijo...

Pues claro que no conoces ese sentimiento, Leoncio. El fuego prende, arde, arrasa y cuando no queda nada, pasa a otro tema.

Ayer al final terminé confesando, y el otro, que también nació en agosto, relativizó, minimizó e irradió toda su odiosa magnamidad de rey de la selva sobre mí culpabilizada alma escarabaja.

Bah.

A cascala.

:P

Sk

Kco dijo...

jejejejejejeje

Kco dijo...

yo encima ese "cascala" lo imagino algo así como "cascalla", es decir, con una l que se hace ll, que no sé cómo la pronunciarás vos, pero sería algo así como "a cascalia"

no es una "lia" hecha y derecha, sino como una "l" estirada, con un poquito de i.

(qué difícil explicar fonética)

Anónimo dijo...

Pues no suena así. Ten en cuenta que soy ibérica del norte. Nuestra forma de hablar y nuestra expresividad es seca. Es una "l" tal cual. Eso sí, el tono con el que se pronuncia es lo que realmente le da el toque a la palabra. Es una palabra que hay que vocalizar con énfasis.

Sk