me chupa literalmente un huevo la elección de hoy. y no lo digo con bronca. si tuviera bronca sería inexacto que me chupa un huevo, y no lo es. me chupa total y completamente un huevo. es una vibración en la que no estoy. es como si me hablan de los wachiturros. no sé quiénes son, no me interesa saber ni que me expliquen, ni que existan ni que no.
4 comentarios:
en la política (al menos en la argentina, aunque no me cuesta imaginar que es el mundo entero) los dirigentes apelan a lo emocional. eso abre un abismo entre ellos y yo. a mí me gusta lo concreto. lo emocional es, en estos casos, ruido.
A mí lo que me pasa es que tengo puesto el foco en otro lado, en cosas más personales.
Entiendo que la política en última instancia afecta mi realidad, pero también entiendo que no tengo la posibilidad de lograr que las cosas sean de otro modo.
En la esfera personal tengo poder para generar cambios, capacidad de incidir sobre la realidad y modificarla; en la esfera pública, evidentemente, no.
Se podría decir, entonces, que estoy resignado.
Tal cual, hay una constante apelación a lo emocional, que es una buena forma de suspender el juicio crítico, digamos.
A mí me gustan tipos como Prat Gay, serios, competentes, que intentan razonar y plantean las cosas con altura.
Me gustan las ideas, no las consignas.
La política es el territorio de las consignas.
Prat Gay, Iglesias, Adrian Pérez, etc.
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