realmente el disco es otra cosa. la banda en vivo te aplana la cabeza. pero bien. no fuerza por fuerza y nada más. es un funky pesado que te vigoriza las venas.
entre el personaje del bajista/cantante (bajo de 6 cuerdas que paren 24) y el guitarrista logran un tejido sonoro que es como el kevlar.
lástima que en el disco suene todo tan prolijito, tan a visita de tía política.
creí que escuchar un recital en el que no conocía ni una puta canción iba a ser un coñazo tremendo. como cuando vi a david bowie, que al principio estaba fascinado y a la canción 20 le deseaba un cáncer de colon.
quizás el sampedrito ayudó. había unos astronautas al costado del escenario, gigantes, que con las luces parecía que se movían. yo estaba alucinado.
hubo un intercambio más que interesante entre el público y la banda. por momentos había un evento musical distinto de la canción en sí entre la banda y el público.
el público argentino tiene espíritu de hincha de fútbol, cantante y tocador de bombo. canta todo. y lo hace de manera creativa. son entonaciones básicas, guturales, que quizás siguen un trozo de la melodía de la voz, a veces un trozo melódico de una guitarra. pero lo interesante es que se da un proceso de creación espontánea y populosa.
me gustó mucho escuchar a toda la gente participar del recital. y me gustó musicalmente, al oído. lo conceptual vino después. no hablo de la cosa progre de la participación del público. eso como idea me da náuseas. me gusta cuando sucede y cuando no se analiza.
Como decís, me gusta el tejido sonoro que logran, no así el aspecto melódico y la voz. Tampoco soy un gran fan del funky, pero reconozco que es un funky poderoso e interesante.
5 comentarios:
realmente el disco es otra cosa. la banda en vivo te aplana la cabeza. pero bien. no fuerza por fuerza y nada más. es un funky pesado que te vigoriza las venas.
entre el personaje del bajista/cantante (bajo de 6 cuerdas que paren 24) y el guitarrista logran un tejido sonoro que es como el kevlar.
lástima que en el disco suene todo tan prolijito, tan a visita de tía política.
paren=parecen
creí que escuchar un recital en el que no conocía ni una puta canción iba a ser un coñazo tremendo. como cuando vi a david bowie, que al principio estaba fascinado y a la canción 20 le deseaba un cáncer de colon.
quizás el sampedrito ayudó. había unos astronautas al costado del escenario, gigantes, que con las luces parecía que se movían. yo estaba alucinado.
hubo un intercambio más que interesante entre el público y la banda. por momentos había un evento musical distinto de la canción en sí entre la banda y el público.
el público argentino tiene espíritu de hincha de fútbol, cantante y tocador de bombo. canta todo. y lo hace de manera creativa. son entonaciones básicas, guturales, que quizás siguen un trozo de la melodía de la voz, a veces un trozo melódico de una guitarra. pero lo interesante es que se da un proceso de creación espontánea y populosa.
me gustó mucho escuchar a toda la gente participar del recital. y me gustó musicalmente, al oído. lo conceptual vino después. no hablo de la cosa progre de la participación del público. eso como idea me da náuseas. me gusta cuando sucede y cuando no se analiza.
este comentario debería ser posteo.
Me hubiera gustado estar ahí :D
Ic
Como decís, me gusta el tejido sonoro que logran, no así el aspecto melódico y la voz.
Tampoco soy un gran fan del funky, pero reconozco que es un funky poderoso e interesante.
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