Pedacito de una entrevista a Vianini que encontré gracias a Google

- ¿Por qué fue que viniste a vivir a la Argentina?
- Fue una penitencia porque mi hermano Gerardo y yo éramos dos huracanes que desbordamos el vaso de la paciencia de mamá. Y como papá Giuseppe era el segundo accionista de IKA, mamá nos mandó a vivir con él. Tenia 16 años y fue durísimo dejar Milán. Pero con el automovilismo empezó a cambiar la cosa porque mi papá, que para entonces era importador oficial de Alfa Romeo y Moto Guzzi, patrocinaba a Menditeguy, a De Álzaga, a Risatti, etc. Además, cuando hay guita tal vez perdés a tus amigos pero pasas a vivir en una suite de la p... madre en el Hotel Alvear y a tener un Oldsmobile 88. Asi que me adapté rápidamente, je...
- ¿Con qué te encontraste cuando llegaste al país?
- Me impresionó de una forma increíble. Fui auxilio en el Gran Premio de Turismo de 1960 y ahí descubrí el potencial de este país, lo maravilloso e imponente que era, la riqueza que había. Cuando pasé por Cafayate se me caían las lágrimas. Esto tiene que ser el país del futuro para la humanidad, me dije. Enseguida amé la Argentina apasionadamente. Y tuve tantos disgustos... Por las situaciones kafkianas que siempre vivimos. Con Frondizi íbamos para grande y lo sacaron porque perseguían a los comunistas. Y no era comunista, era democrático... A ningún político ni militar le importó el país. La iban de nacionalistas y hacían golpes de estado para que nos fundiéramos del todo....
- Obviamente el país no cumplió con tus expectativas...
- Acá se pueden hacer cosas increíbles, el elemento humano es extraordinario y mira dónde estamos... Tenemos independencia petrolera, ¡por favor! Desde Perón en adelante, todos desintegraron este país. Frondizi fue el único distinto. No los montoneros, que querían ser el hombre nuevo; se equivocaron, el hombre nuevo es el propietario, no el proletario. De hecho, ahora están todos en el Banco Nación afanando con pala. Idealistas absurdos. El "Che" Guevara fue el más justiciero de los revolucionarios: mandó a matar a un montón de gente. Fidel Castro es un ídolo. ¡Mira qué maravilla! En la represión yo perdí a dos amigos marxistas, gente de bien. Como hay católicos buenos también. Una vergüenza. Yo los busqué por todos lados, y si no paraba de buscar me "chupaban" a mí también. No hay justicia, nunca hubo. Tengo un gran dilema: quiero irme porque las cosas que suceden acá me deprimen, no me entran en la cabeza. Pero, ¿adonde? ¿Dónde voy a encontrar un país en el que todos me conozcan y me aprecien y que al mismo tiempo yo amé?