Lo complicado de estos eventos es que no está socialmente aceptado rechazarlos. Para una persona está muy bien casarse, someterse a un sermón religioso, compartir una fiesta con esa bolsa de gatos llamada familia, etc. Hasta ahí todo bien y son gustos. Pero el punto, decía, es que en esta clase de eventos sociales, no se acepta como respuesta un "no, muchas gracias, pero prefiero quedarme en casa". Es decir que el otro espera que participemos de todas esas cosas que no nos gustan (más bien nos repelen), esto es, dos personas jurándose amor eterno, un insoportable sermón proferido por un imbécil que habla de la vida familiar mientras se declara célibe y una fiesta en donde con suerte se tienen ganas de ver al 10% de la concurrencia.
Yo sí hay algo que odio son las bodas. Me siento muy fuera de lugar. Además, en este país, o en esta región, toda la parafernalia que conlleva, encima, te sale cara. Te gastas una pasta en ropa, peluquería, en el regalo. Y todo por compromiso social. Por no decir que no.
Hace un par de años me liaron para ir a la que fue mi última boda por compromiso. Me dió mucha rabia. Nos invitaron por puro relleno. La novia no tenía muchas amigas. Y eso fue lo que más me jodió de todo. Si rechazas una invitación te pueden tachar de grosero. Pero yo me pregunto si no es mucho más desfachatado, que te metan en el compromiso de asistir a un evento de estos, solo por el mero hecho de hacer bulto.
5 comentarios:
Quizás x q a veces hay que ceder.
Loon
Lo complicado de estos eventos es que no está socialmente aceptado rechazarlos. Para una persona está muy bien casarse, someterse a un sermón religioso, compartir una fiesta con esa bolsa de gatos llamada familia, etc. Hasta ahí todo bien y son gustos. Pero el punto, decía, es que en esta clase de eventos sociales, no se acepta como respuesta un "no, muchas gracias, pero prefiero quedarme en casa". Es decir que el otro espera que participemos de todas esas cosas que no nos gustan (más bien nos repelen), esto es, dos personas jurándose amor eterno, un insoportable sermón proferido por un imbécil que habla de la vida familiar mientras se declara célibe y una fiesta en donde con suerte se tienen ganas de ver al 10% de la concurrencia.
Julián, plas plas plas por tu coment.
Lo de la bolsa de gatos me ha llegao.
Sk
Yo sí hay algo que odio son las bodas. Me siento muy fuera de lugar. Además, en este país, o en esta región, toda la parafernalia que conlleva, encima, te sale cara. Te gastas una pasta en ropa, peluquería, en el regalo. Y todo por compromiso social. Por no decir que no.
Hace un par de años me liaron para ir a la que fue mi última boda por compromiso. Me dió mucha rabia. Nos invitaron por puro relleno. La novia no tenía muchas amigas. Y eso fue lo que más me jodió de todo. Si rechazas una invitación te pueden tachar de grosero. Pero yo me pregunto si no es mucho más desfachatado, que te metan en el compromiso de asistir a un evento de estos, solo por el mero hecho de hacer bulto.
Sk
La verdad que sí. Es una desfachatez.
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