Un capitán de barco pesquero, cincuentón, obsesionado con una putarraca joven, comete la gran estupidez de esconderla en su camarote durante una salida pesquera de tres meses. Más de un tripulante la descubre y se la beneficia. El tipo, loco de celos y carcomido por la ira entra en una espiral que sólo lo conduce al infierno.
Me gustan las novelas de Simenon que protagoniza el comisario Maigret. A diferencia de otro tipo de literatura, en donde la historia en sí no es el punto fuerte sino un condimento, un material sobre el que el escritor desarrolla su oficio de contar, estas novelas policiales tienen unos nudos interesantísimos, capaces de atraparnos al punto de leer casi de corrido de principio a fin, con la cantidad justa de profundidad psicológica.
Siempre les rajé, nunca me sentí interesado, pero este año ya me voy fumando como seis. Menos mal que me traje dos, si no me hacía la del mono.
Hablando de monos, hoy en la selva vi unos colgados de unas cañas. Vivos, no muertos.
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2 comentarios:
No me atrae el género policiaco. Creo que nunca he leído nada o por lo menos no lo recuerdo. Aunque me ha intrigado esta historia que has leído.
Sk
Lindo post.
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