jueves, 11 de noviembre de 2010

Entre los flamencos

Un día y medio de lluvia y una novela más que se termina a mi pesar. Maldigo cielo y tierra por no haber traído más (teniendo en mi casa otras 5).

Siempre es igual: un misterio que arranca por el desenlace de los hechos (casi siempre un fiambre), un misterio rodeado de una oscuridad total. La investigación avanza y va develando personajes, móviles, conexiones... Pero nunca es como yo imagino. Por lo general es más enrevesado.

Me gusta la personalidad del comisario Maigret. Es un tipo duro, con el que no se jode. Es lacónico. Sin embargo comprende las miserias que es capaz de albergar un ser humano.

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2 comentarios:

Julián dijo...

"Casi siempre un fiambre", jajaja, qué hdp.

Julián dijo...

Asincronía narrativa creo que se llamaba eso de empezar la historia por el final. Es un rasgo moderno de la literatura.