Sábado encantador...

Me desperté ni tan tarde ni tan temprano, cuando ya no tenía más sueño. Desayuné leche chocolatada y galletitas escuchando música. Creo que no les había contado: el libro que iba a regalarme para mi cumpleaños, el de Sumo, me lo obsequió un amigo, así que, hoy comencé a leerlo. En cuanto las palabras de Peti me instalaron en un muy buen humor, me conecté. Entré a un par de blogs, contesté algunos mails... Pero como tenía mucho calor me fui al patio y me metí en mi humilde piletita. Sumergí la cabeza bajo el agua, di unas vueltas y salí. Miré al cielo, como hago siempre que estoy en el fondo de casa, y vi que en una terraza, un poco lejos, pero en la misma manzana, una mujer descolgaba la ropa. Recién ahí noté que estaba lloviznando. Me quedé un rato con la mirada hacia arriba y entré sólo porque sonó el teléfono. Ahora mismo mi pelo está goteando. Estoy tranquila. Tengo que ordenar algunas cosas, bañarme, comer y salir. Fiesta de "La bomba de tiempo". Me esperan personas a las que no veo hace un par de meses y otros a los que ni conozco. No sé si ya lo mencioné, pero me encanta conocer gente. Algo me dice que esta noche va a estar buena.