es obvio que no lo voy a atender. ni que me pongan una '38 en la cabeza. siempre que lo atiendo me arrepiento. encuestas, publicidades, llamadas de bancos... nunca logré atender y no arrepentirme.
de movida fui de la idea de no tener teléfono fijo en la casa. como ven, no fue mi idea la que predominó. por eso mismo, tal vez, jamás lo atiendo: le niego su existencia.
8 comentarios:
yo siempre que llamo al fijo de belgrano, atendés.
a.
lindo tubo ese, pesado como collar de melones.
a.
tenés razón. pero bueno, por lo general no lo atiendo. y cuando lo atiendo, por lo general es algo que me rompe las pelotas.
lo de hoy no quise averiguarlo. llamaron en dos momentos distintos, insistentemente.
recién sonó de nuevo (cuarta vez) y me agarró curiosidad:
"hola, soy grabriela cerrutti, candidata a legisladora de la ciudad..."
clac!
grrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr
yo odio el puto teléfono fijo. detesto tener que atenderlo, cosa que hago solo cuando estoy solo. y cuando lo hago y son esas encuestas de mierda, lo parto contra la base.
uno que odio particularmente es el de la cocina de austria. tiene un sonido que me rompe soberanamente las pelotas.
che, tengo la impresión de que me estoy poniendo un poco boca sucia.
sos un mal ejemplo, joaquín.
A mí me encantan las encuestas. Estoy inscrita a una web que me paga, muy poquito, por responderlas por emilio. Casi nunca encajo en los perfiles. Por teléfono nunca me han llamado para una encuesta.
Sk
Yo no atiendo nunca el fijo.
Michi
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