12 de la noche, minutos después de haberme acostado, suena el teléfono. Kari se levanta y atiene.
-Hola?… Sí, soy yo…
Quién es? –le pregunto.
La Policía –me contesta.
Cortá.
Corta.
Suena de nuevo el teléfono. Atiendo.
-Hola (con una voz de ojete tremendo)
-…Buenas noches, caballero, llamamos de la comisaría 23 para…
-Qué quiere?
-Tenemos un auto secuestrado, dos individuos que perdieron la conciencia pero antes de ello dejaron el nombre de Karina y este número telefónico…
-Quiénes son esas dos personas?
-Permanecen no identificados, por ahora NN.
-Bueno, si son NN entonces no le voy a dar ninguna respuesta.
-Caballero, entonces enviaremos un patrullero a su domicilio a labrar un acta por no querer dar información.
-Ustedes pueden venir. La puerta no se las voy a abrir.
Corto.
Corto y sueño toda la noche historias violentas. Me veo entrando intempestivamente en casas ajenas, gritando y maltratando a todo el mundo.
Me despierto tensionado, con el instinto animal asesino a flor de piel.
3 comentarios:
"-Bueno, si son NN entonces no le voy a dar ninguna respuesta.
-Caballero, entonces enviaremos un patrullero a su domicilio a labrar un acta por no querer dar información."
jajaja, pero qué infantil que es esto. No pueden ser más estúpidos.
¿Pero la llamada pasó de verdad? ¿Era una broma o qué?
Sk
es en extremo cierto.
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