miércoles, 23 de marzo de 2011

Flipando

Hace años vi un documental sobre cirugía estética. Salía una gringa de 16 años que iba a operarse sus labios vaginales para tener a su novio contento. El chico consumia porno habitualmente y parece que esa parte del cuerpo de su chica, no se ajustaba a lo que sus retinas contemplaban por Internet.

La madre de la chica estaba totalmente de acuerdo con la operación. Argumentó ese típico y tópico discurso de todoloquenecesitamihijaparaestaragustoconsigomismayoloapoyoofcourse.

En mis tiempos no se contaba en casa como iba tu vida sexual. Sí a mi madre le hubiera dicho que tenía relaciones sexuales con un novio la hubiera llenado de preocupación. Y bueno, si hubiera pedido su "apoyo" para una cirugía vaginal, del sopapo me sienta de culo. No alcanzo a imaginar como se plantea a una madre o a un padre que te quieres operar el coño.

Me he acordado de esto por una noticia que he visto hoy en la tele: Una madre inyecta botox a su hija de 8 años cada tres meses

Que paren el mundo que yo me bajo.

3 comentarios:

Julián dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Julián dijo...

A esa madre habría que quitarle la patria potestad ya mismo. ¿Qué clase de aptitud emocional tiene para guiar a una nena de 8 años a la que le inyecta botox para que sea una "superestrella"? (aspiración que evidentemente es más de ella que de una nena para la que todavía casi todo sigue siendo un juego). Realmente es terrible el daño que los padres pueden hacerle a sus hijos. Y es terrible porque un chico siempre está absolutamente indefenso ante esa clase de maltratos y abusos. Es evidente también que en esta sociedad del espectáculo en que vivimos hay que estar muy bien parado en la vida para no sentirse una cucaracha si no se tiene plata, fama, poder o lo que sea que nos haga sentir importantes. Y está claro también que los chicos son las principales y más fáciles víctimas.

Anónimo dijo...

Yo creo que no tiene ninguna aptitud ni emocional ni de ningún tipo. Yo me pregunto si esta mujer se escuchará así misma cuando habla de su hija. Le salga superestrella o no la niña, ya le ha jodido la vida. Es escandalosamente insano, disparatado y vergonzoso, que una niña de 8 años antes de acostarse, se mire en el espejo en busca de arrugas

Sk