jueves, 21 de noviembre de 2013

II

Repaso las páginas de Policiales, y no encuentro nada que me llame la atención; salteo la sección de Deportes y antes de leer los chistes de la contratapa me detengo en los resultados de la Lotería. 1969, a la cabeza.

_Otra vez –pienso.

Busco mi libreta, recorro algunas páginas, y allí está, diez días atrás el 1969 salió premiado en la Nacional. Lo recordaba bien porque ese sorteo coincidió con el aniversario de la llegada del hombre a la Luna, el 21 de Julio de 1969.  Esa casualidad -que como era de esperarse, pasó desapercibida por los medios- no sólo me extrañó, sino que tuvo el maravilloso efecto de recordarme el comienzo de El palacio de la Luna:

“Fue el  verano en que el hombre pisó por primera vez la luna. Yo era muy joven entonces, pero no creía que hubiera futuro. Quería vivir peligrosamente, ir lo más lejos posible y luego ver qué me sucedía cuando llegara allí. Tal y como salieron las cosas, casi no lo consigo.”

He leído pocas novelas con un comienzo tan perfecto; y he querido a muy pocos personajes tanto como a Marco Fogg.

El 1969 de hoy trajo al 1969 de diez días atrás que me remontó a ese comienzo perfecto de una historia perfecta.

Abro la libreta, coloco la fecha, y escribo. Hoy gané la Lotería.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Lindo, lindo.

No me acostumbres a publicar con tanta periodicidad para después tenerme semanas esperando, eh.

Te veo hoy?

N