Hoy me desperté tarde y salí de mi casa a las corridas para llegar a tiempo a una llamada. En mi apuro, olvidé comprar mi desayuno en el lugar habitual, el bar Barista: café con leche y tres medialunas por $13, por lo que decidí entrar en Havana. Me acerqué a la barra e hice mi pedido:
—Un café con leche y tres medialunas, por favor.
Esperé unos minutos, me entregaron un vaso caliente y una bolsa con las facturas
—Son 36 pesos —me dijo el cajero. Me quedé duro como un sábado a las 5 de la mañana.
Estuve a punto de abrir la bolsa para ver si adentro había algo especial, hacerme el gracioso, no sé, pero no pude.
Pagué y salí del local rengueando.
2 comentarios:
"Pagué y salí del local rengueando."
jejejeje
está duro el asunto...
13 es muy poco; 36 es una barbaridad...
jejeje
sutilezas...
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