sábado, 5 de abril de 2008

El paso del tiempo

Hay que tener una cierta edad y haber dejado atrás una cierta cantidad de cosas para poder advertir lo monstruoso que puede tener la idea del paso del tiempo. Hay mucho que queda atrás, en el camino, que no se realiza, que se desfigura, que deja de tener sentido.
Llega un punto en el que una persona empieza a detectarlo como un detective privado; vale decir, desarrolla la capacidad de verlo en infinitas manifestaciones.
Así me pasó hoy viernes. Llegaron mis amigos, para festejar, como cada viernes. Reimos, gritamos, nos divertimos, nos entregamos a los excesos. Por un momento fuimos sólo afirmación, potencia, vida que se manifiesta con la mayor energía. Y sin embargo, algunas horas después, me encuentro solo, escribiendo estas líneas teniendo como compañía apenas algunas canciones de jazz que suenan casi desde un lugar ignoto. Y yo las escucho y escucho el eco ensordecedor de mis amigos que han dejado de estar conmigo. Estoy solo, la música suena y evoco no este momento pasado sino ya ignotos momentos de mi vida pasada. Me embarga una inmensa extrañeza, una extrañeza en torno a mí mismo, a mis distintos "yo".
Vivir es extrañarse de uno mismo...

1 comentario:

Anónimo dijo...

nice..

- El tiempo vuela, no te olvides de volar con el. -

n.,