martes, 18 de marzo de 2014

. Hemingway .

Voy hasta la llamada "esquina de las librerías" (Bartolomé Mitre y Junin) a buscar un libro de Hemingway. Death in the afternoon (Muerte en la tarde). Entro en uno de los locales que se especializa en venta de libros en inglés. Me atiende un flaco con cara de virginidad. 26 años, aprox. No me mira cuando le hablo. Le doy el título del libro escrito en un papel. Busca y dice: No. Pregunto si hay posibilidades de conseguirlo. Niega con la cabeza. Ante el silencio decido salir de la librería. Apoyo la mano en el mostrador y giro. Qué lindo color de uñas, escucho. Me doy vuelta sin entender. El azul es mi color preferido, dice. Me pide que aguarde un momento y tipea unas cuantas palabras. Si me dejás tus datos te puedo llamar cuando lo consiga. Genial, pienso. Me da un papel para dejar mi celular y mi mail. Mientras escribo, noto que me mira y sonríe. Termino, le agradezco, salgo del local y decido caminar hasta casa. Cuando estoy por llegar, me llega un mensaje. "Soy Diego. Te atendí en la librería hoy.". Mierda, digo. Ni en pedo consigo el libro de Hemingway.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Quizás lo consigas, pichona, hay que ver el precio...

Loon dijo...

Respuesta merecida: "Ya me conseguiste el libro?"

Anónimo dijo...

Los mantengo informados.

n.,

Anónimo dijo...

el famoso truco..






a.

Kco dijo...

el famoso truco, posta.

hay que moverse bien para usar ese recurso.

n., dijo...

Caí como una boluda.

Terrible.

Julián dijo...

Qué patético.