miércoles, 31 de julio de 2013

Cómo me gusta este Junot Díaz

“Sí—es uno de esos casos de opuestos que se atraen, del mejor sexo, de no pensar. ¡Es maravilloso! ¡Maravilloso! Hasta que en junio Alma descubre que también te estás tirando a una muchachita preciosa de primer año llamada Laxmi; descubre que te estás tirando a Laxmi porque ella, Alma, la novia, abre tu diario y lo lee. (Oh, ella tenía sus sospechas.) Te espera en el pórtico, y cuando llegas en su Saturn y ves tu diario en su mano se te cae el corazón como un gordo bandido en la trampa del verdugo. Te tomas tu tiempo apagando el carro. Te sobreviene una tristeza pelágica. Tristeza de ser atrapado, de la incontrovertible certeza de que nunca te perdonará. Miras fijamente sus piernas increíbles y entre ellas, a esa aún más increíble popola que has amado de manera tan inconstante estos últimos ocho meses. Sólo cuando empieza a aproximarse furiosa, decides salir. Bailas por el césped, impulsado por la última chispa de tu atroz sinvergüencería. Hey, muñeca, le dices, prevaricando hasta el final. Cuando empieza a gritar, le preguntas, Mi amor, ¿qué es lo que pasa? Te dice:

Mamagüebo

Punk motherfucker

Fake-ass Dominican.

Asegura:

Que lo tienes chiquito

Que no tienes pene

Y peor aún que te gusta la popola con curry.

(Lo que es realmente injusto, tratas de decirle, porque Laxmi es técnicamente de Guyana, pero Alma no te escucha.)

En lugar de bajar la cabeza y aguantar como un hombre, recoges el diario como si fuese un pañal de bebé cagado, como un condón recién explotado. Le das un vistazo a los pasajes ofensivos. Entonces la miras y sonríes una sonrisa que tu cara hipócrita recordará hasta el día que te mueras. Bebé, le dices, bebé, esto es parte de mi novela.

Así es como la pierdes.”

 

1 comentario:

Kco dijo...

no tiene desperdicio. es un caño, michi.