domingo, 17 de marzo de 2013

En toda fiesta siempre hay un momento en donde irrumpen dos personajes de la historia: la primera copa que se rompe y el responsable de romper la primera copa de la noche.
Es como una pequeña maldición: nunca quiero ser ese personaje, aunque me da gracia ver que le toca a otro y burlarme de él.
Esta noche no hubo copas rotas. Sí hubo mucho, pero mucho vino y un poco de marihuana. Yo bebí mucho y fumé bastante.
La noche ya terminaba. Juro que terminaba. Ya todos nos habíamos levantado y estábamos por irnos. Siento que el cuerpo me pesa mucho y me quiero apoyar sobre la mesa. No va que me apoyo y en el mismo momento que me apoyo siento que todo yo y la mesa nos vamos a pique. Estoy atónito pero no hay dudas: derecho al piso, caigo, tiro todo, se rompen unos cuantos vasos, una jarra, una botella. A levantar todos los vidrios, a prender la luz.
Tierra tragame.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Jajajajaja, tremendo momento...

Loon

Julián dijo...

Terrible!
Yo creo que no podría soportar un momento así.

Anónimo dijo...


Kcoooooooooo!!!

Te queremos iguallllllllll!!!!!!

:P

Sk