Lo peor de Libra

Signo de aire regido por Venus, masculino y cardinal. Su símbolo es la balanza.

Lindezas características: Blandura, conformismo, dejadez, dependencia, impudor, inconstancia, irresponsabilidad, ligereza, pasividad, pereza, sensualidad morbosa, sibaritismo enfermizo, vanidad, voluptuosidad exagerada.

Frase favorita: A veces sí, a veces no.

Lema: No tengo la más mínima duda; La vida es breve… ¿o no?


¿Me caso?, ¡no me caso! ¡Me caso!, ¿no me caso?


Libra, o lo que es lo mismo, la armonía, la belleza, la equidad… Esta es la película que habitualmente nos vende el nativo de este signo, pero detengámonos un momento en las tomas falsas para observarlas con más detenimiento. La primera sorpresa que nos la llevaremos al descubrir que, por más que se empeñe en demostrar lo contrario, Libra es un ser tan profundamente desequilibrado como vacío, la típica persona incapaz de transmitir sus opiniones acerca de tal o cual tema, pues, debido a cierta inconsistencia intelectual, unida a una personalidad poco marcada, raro será que no se enrolle como una madeja de mala lana, a la hora de expresar cualquier opinión o contar cualquier historia.

La segunda sorpresa nos la llevaremos al descubrir su pereza congénita, pereza tanto física como mental, que le impide coordinar o exponer correctamente su pensamiento a los demás, a veces también, por falta de ganas de hablar, a veces por falta de ganas de estar calaldo. Eso conlleva que cualquier conversación con él esté cargada de tópicos, anécdotas vulgares, detalles insignificantes y carezca de contenido. Esta pereza puede hacerse extensiva a su sentido del humor, un humor –si es que así puede llamársele- entendido a su manera, que raramente hará gracia a los demás, ni aun siendo un público sufrido y entregado, y que si no fuera víctima de la mencionada pereza, ni al mismo Libra haría sonreír sino más bien todo lo contrario.

Además, su escasez de practiscismo corrompe notablemente su “sentido” de la justicia, lo que se ve reforzado por su hipocresía, por cierto, uno de sus más destacados defectos (aunque él lo consideraría virtud, de darse cuenta de lo que tiene). Libra no manifiesta ningún problema ni escrúpulo en cambiarse de chaqueta, si percibe que de no hacerlo, en un momento dado pueden lloverle piedras sobre su propio tejado. Demasiado a menudo, es esta la única forma que encuentra para defender sus intereses y, por si esto fuera poco, aún ha de añadirse que uno de los rasgos más marcados de su carácter es la pusilanimidad, amén de una desmesurada apatía. Con todos estos ingredientes, obtenemos un individuo que, si no tiene nada que perder, difícilmente moverá un dedo o dará un paso más largo que otro.

Como anécdota significativa o curiosa, y más referida a la mujer que al hombre, digamos que la mayoría de las actrices eróticas de la historia del cine (antes) y las del cine porno (ahora), han nacido bajo el signo de la balanza. En efecto, el predominio de Libra es manifiesto en esos seres que no sabemos si satisfecha o indiferente, adoptan las posturas más delirantes, asumen los roles más humillantes, realizan las prácticas más desagradables, y todo con el único propósito, al parecer, de que su pareja quede satisfecha, o porque tanto les da blanco como negro, frío o caliente, arriba o abajo, o lo que el guión quiera exigirles, y que, por pura pereza y desidia, una vez más, aceptarán como muñecas hinchables que ni sienten ni padecen.

Posibles Libra de Ficción: Enmanuelle, Justine (“Los infortunios de la virtud”), Madame Bovary, Patito feo, Valentina (Personaje de Guido Crepax).

Lo peor de Libra con…

Libra-Aries

Combinación poco acertada, sí tenemos en cuenta que a Aries le saca de quicio la pasividad e indecisión de Libra que, aunque a mucho aspira, raramente dará un paso adelante si tiene cerca un sofá y el mando del televisor. Tampoco le gusta a Libra el carácter contestatario de Aries, a quien considera deslenguado, respondón y maleducado, lo que le llegará a producir vergüenza en ocasiones. Tampoco están predestinados a pasárselo bien en la cama, aunque lo pretendan, pues, igualmente aquí, raro será que no se saquen de quicio el uno al otro. Sus hijos tenderán a sentirse incomprendidos, al no recibir el cariño de unos padres siempre entretenidos con sus disputas.


Libra-Tauro

He aquí dos gorditos felices, que matan el rato en la mesa y, entre “mesa” y “mesa”, “pican” y “pican”… y vuelven a “picar”. Aunque discuten de vez en cuando, pues la pasividad desmedida de Libra pueda exasperar a Tauro, la cosa no suele llegar a más, ya que, como nadie ignora, las penas con pan son menos. En la cama resultan de un convencional que aburriría a cualquiera que no fuesen de estos signos, pero lo cierto es que ellos se lo pasan bien así, y ya se sabe que es de gente educada respetar los gustos ajenos, amén de que sarna con gusto no pica. Sus hijos están condenados a aburrirse como ostras desde su más tierna infancia, cosa que se apresuran a corregir en cuanto alcanzan la mayoría de edad.


Libra-Géminis

Bastante buena pareja, aunque corren el riesgo de que el aire se los pueda llevar volando. Géminis suele acoplarse bastante bien al sibaritismo y a la diplomática hipocresía de Libra, mientras Libra encuentra en la verborrea engañosa de Géminis un buen aliado a la hora de las soluciones prácticas, como conseguir un buen trabajo, un crédito u otras cosillas por el estilo. En la cama puede funcionar a las mil maravillas, siempre y cuando sepan engañarse lo justo. Sus hijos podrían perfectamente pertenecer a esa enorme plaga de niños tonadilleros o cantores de cancioncillas, y pseudo actores e intérpretes de otras lindezas al uso, que últimamente vienen pululando por las televisiones para fastidio del sufrido espectador.


Libra-Cáncer

Relación soporífera y condenada al mayor de los aburrimientos. No se llegarán a pegar, pero mejor sería que de vez en cuando se zurrarán si quiera por matar el rato. En la cama echarán muy buenos sueños, pero no sin antes desearse muy buenas noches, ya que son gente educada. Los hijos serán gordinflones, algo traviesos, pero muy bonachones.


Libra-Leo

Relación sin mayores sobresaltos, considerando que Libra puede ser una perfecta víctima propiciatoria para Leo, que hará todo, como, donde y cuando diga Leo. Como Libra es muy acomodaticio, esto para él no será mayor problema ni sentirá su orgullo herido y, si lo siente, como tampoco será mucho, total, pelillos a la mar. En la cama más de lo mismo, Libra preguntará a Leo cómo tiene que colocarse hoy, Leo dará las indicaciones oportunas y Libra actuará en consecuencia. Sus hijos habrán de ser, necesariamente, muy autosuficientes, además de bastante indolentes ante situaciones de cierta importancia.


Libra-Virgo

Aunque se llevan bien y en su relación no suele haber sobresaltos, a Virgo le saca de sus casillas el carácter tan pasivo de Libra, sobre todo a la hora de tomar decisiones domésticas, como pintar el techo o arreglar un enchufe. Finalmente tampoco llega la cosa a más, pues Virgo hará de pintor, de electricista y de lo que menester fuera. En la cama, no suelen tener muy claro si prefieren practicar el sexo y dormirse después, o si prefieren dormirse sin más y… mañana será otro día. Pero eso tampoco es un obstáculo en su felicidad, pues en esta vida hay otras cosas importantes además del asunto de la entrepierna. Sus hijos estarán limpios como los chorros del oro, y sanísimos, ya que serán, sin ningún género de duda, los niños de su colegio, de su barrio, y puede que hasta de su ciudad, que más a menudo visiten al médico ante el menor síntoma “sospechosos”.


Libra-Libra

“No es por no ir a la cama, cariño, que si hay que ir, se va. Pero ir para nada es tontería, máxime estando los dos aquí tan a gustito en el sofá viendo esta excelente telebasura”, es frase perfectamente aplicable a esta pareja, cuya característica principal es el no discutir por nada, no inmutarse por nada y no dar un solo paso si no es absolutamente imprescindible. Puede que a muchos les parezca aburrida, y lo es en verdad, y además lo es en extremo, pero, que nadie se apure, que ellos son felices así. Sus hijos pueden ser unos auténticos muermos, o, por el contrario, además de estar hasta la coronilla de sus padres, ser ansiosos y muy inquietos (y posiblemente sean el único motivo de disputa en la casa… pero sólo posiblemente).


Libra-Escorpio

Más bien mal, ya que a Escorpio no le caen bien ni las medias tintas de Libra ni su hipocresía, y a Libra no le gusta la lengua viperina del escorpión ni puede sobrellevar su temperamento pasional. En una comunidad de vecinos, Escorpio podría llegar a amenazar al administrador para que, un rato después, con las orejas rojas de la vergüenza, sea el de la balanza el que tenga que dar la cara, a espaldas del escorpión eso sí, y pedir disculpas antes de que alguien llame a la policía. Se llevarán espléndidamente en la cama si Libra cede un poco a los instintos sado de Escorpio. Sus hijos se ven obligados muchas veces a actuar de árbitros en las peleas de sus papás.


Libra-Sagitario

Funcionarán bien, ya que Libra es muy acomodaticio y poco orgulloso, lo que estimulará el ego de Sagitario. Eso sí, Libra habrá de derrochar paciencia para aguantar las salidas de tono, bravuconadas y onanismo mental de su pareja. En la cama también la cosa suele ir bien, ya que una vez que Libra coge postura a Sagitario sólo le resta servirse a su gusto. También es probable que para cuando Sagitario concluya su labor amorosa, Libra haga ya un buen rato que duerme plácidamente. Sus hijos adolecen de cierto retraso en su aprendizaje en los estudios y son bastante tozudos.


Libra-Capricornio

No pegan ni con cola, pero peores cosas se han visto. Capricornio no puede entender la pasividad activa de Libra, pudiendo llegar a creer que su pareja es sencillamente estúpida, y Libra cree que sin más, Capricornio es patético. En la cama pueden protagonizar, de prosperar esta improbable relación, más de dos y más de tres escenas de terror al mejor estilo de cine de serie B americano. Sus hijos serán una extraña mezcla entre ángeles espectrales y androides extraterrestres.


Libra-Acuario

¡Todo perfecto! ¡Tomo maravilloso! ¡Todo exquisito! ¡Todo sobre ruedas! Vaya, ¡como en un cuento de hadas! Pero, ¡ay!, las hadas no existen en la vida real, como nadie debiera ignorar a estas alturas. Como Libra es famoso por su indecisión, con su actitud puede exasperar a Acuario, que decidirá por los dos no siempre acertadamente. O lo que es lo mismo, que o lo tomas o lo dejas, y ya está servido el conflicto, pues Libra, que también es un rato suspicaz, puede ver en la actitud irreverente de Acuario una imperdonable ofensa a su preciosa persona. Lo mismo sucederá en la cama, es decir, la cosa funcionará siempre y cuando no se entretengan en deshojar una margarita. Sus hijos suelen ser perezosos y nunca tienen prisa para nada.


Libra-Piscis

Buena combinación, pero, ¡cuidado con el tarro! Se conocieron en el bar, beben juntos en el sofá, en la cocina, en la bañera y, como también se lleva la botella a la cama, suelen hacer un menage a tres con la misma, que puede durar el tiempo de dar la primera cabezada, porque luego ya todo cosiste en dormir a pierna suelta. Por todo ello, si quieren disfrutar del sexo es aconsejable que se apresuren a hacerlo durante el primer café del día. También es conveniente que sus hijos aprendan muy pronto primeros auxilios y se conozcan de memoria los números de urgencia, cosa nada difícil, pues suelen ser niños muy agudos y perspicaces. Por lo demás, puede resultar una pareja feliz y sin demasiadas complicaciones.