Existe una nostalgia anticipada, una suerte de premonicion tragica, un deja-vu inverso que en ocasiones aparece, me asalta, y me convence que en algun tiempo, mas adelante, voy a extranar estos dias, el pasado inmediato, el mismo momento que estoy viviendo ahora.
Mi analista sugeriria -lo se- que es otra forma de sabotaje, de no permitirme gozar de un momento de felicidad.
Tal vez tenga razon.
Ocurre -tambien lo se- que estos momentos de plenitud subjetiva son escasos - o han sido escasos-, espaciados, contados... No estoy seguro de sean potencialmente muchos mas.
Es dificil darse cuenta de que se es feliz; entenderlo, admitirlo, confesarlo.
Decirlo.
Qué lo parió.
viernes, 13 de junio de 2014
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