Queridos amigos: Austria tiene los días contados. Deberíamos ir pensando en hacer una reunión de despedida, como en su momento me propuso el gran Michi.
Me gustaría que estuviéramos todos, absolutamente todos, los que entre estas paredes hicimos de la amistad y la diversión un culto.
miércoles, 30 de mayo de 2012
Paradojas
Rossi: "El 90% de la población no puede ahorrar en dólares"
El presidente del bloque kirchnerista en Diputados dijo que el Gobierno busca con las medidas de control del dólar "preservar a la mayoría de la población"
Luego de 10 años de crecimiento "a tasas chinas", sólo el 10% de la población tiene capacidad de ahorro...
lunes, 28 de mayo de 2012
sábado, 26 de mayo de 2012
Hace un rato prendo la guitarra para tocar y me encuentro con un sonido thrashero escandaloso.
Pienso "¿qué es este descontrol?", miro las perillas y tengo la de high en 5, o sea a mitad de camino, lo cual es suficiente para empezar a escuchar ese sonido cortante y filoso del thrash, sobre todo porque yo soy de los que gustan de graves al mango y pocos medios (y casi nada de agudos).
Pienso dos segundos y me digo: "Silvia". Silvia es la chica que viene a limpiar una vez por semana a Austria, desde que mi abuelo ya no está.
El hecho demuestra el nivel de detalle con el que Silvia limpia, porque para mover una perilla del ampli hay que haberla repasado muy bien.
Pero más allá de eso, me doy cuenta de que me molesta que me lo toquen. Es algo muy personal el ampli, y el setup más aún (además de que yo soy un tipo de por sí quisquilloso).
En fin, tengo un nuevo integrante para la lista de objetos vedados.
Pienso "¿qué es este descontrol?", miro las perillas y tengo la de high en 5, o sea a mitad de camino, lo cual es suficiente para empezar a escuchar ese sonido cortante y filoso del thrash, sobre todo porque yo soy de los que gustan de graves al mango y pocos medios (y casi nada de agudos).
Pienso dos segundos y me digo: "Silvia". Silvia es la chica que viene a limpiar una vez por semana a Austria, desde que mi abuelo ya no está.
El hecho demuestra el nivel de detalle con el que Silvia limpia, porque para mover una perilla del ampli hay que haberla repasado muy bien.
Pero más allá de eso, me doy cuenta de que me molesta que me lo toquen. Es algo muy personal el ampli, y el setup más aún (además de que yo soy un tipo de por sí quisquilloso).
En fin, tengo un nuevo integrante para la lista de objetos vedados.
jueves, 24 de mayo de 2012
Sobre el final, Boca consiguió su pase a las semifinales de la Copa
q hermoso!!! lleno de júbilo. malditas gallinas están re calientes. jejeje
cómo disfruté viendo a los brazucas llorar.
Sobre el final, Boca consiguió su pase a las semifinales de la Copa
cómo disfruté viendo a los brazucas llorar.
Sobre el final, Boca consiguió su pase a las semifinales de la Copa
lunes, 21 de mayo de 2012
Llamadas de Amsterdam
Descubrí a Juan Villoro, el escritor mexicano, hace poco más de un año, por casualidad, a través de un libro de cuentos suyo llamado "La casa pierde", y quedé admirado por su talento para contar historias.
Hoy, durante mi almuerzo, terminé de leer "Llamadas de Amsterdam", una novela corta -una nouvelle, acotaría Esperanza- triste y melancólica que relata el fin de una historia de amor.
Sin romanticísmos barrocos, ni clichés, ni sentimentalísmos baratos, JV toma el relato en la ruptura formal de la relación y lo continúa a través de los años, hasta el momento en que uno de los amantes puede -finalmente- aceptar la realidad, y seguir adelante con su vida.
Al terminar el libro el recuerdo borrosso de la melancolía y tristezas pasadas estuvo a punto de desbordarme. Siempre me costaron esos naufragios. Sentado en la barra del restaurant, cerré el libro, y pedi la cuenta haciendome el que no me importaba nada.
viernes, 18 de mayo de 2012
Tal día como hoy nacieron...
Bertrand Russell, filósofo, matemático y escritor británico, activista pacifista y polemista icono del racionalismo, Premio Nobel de Literatura en 1950.
Augusto César Sandino, guerrillero nicaragüense.
Pierre Balmain, diseñador francés.
Margot Fonteyn, bailarina de ballet británica.
Giovanni Falcone, juez italiano.
Chow Yun-Fat, actor chino.
Juan Pablo II, Papa polaco.
S y T, lo más guapo que parió una madre asturiana.
Loon, lo más guapo que parió una madre argenta.
FELIZ CUMPLE, LOON!!!!!
Un beso gordo.
martes, 15 de mayo de 2012
domingo, 13 de mayo de 2012
sábado, 12 de mayo de 2012
viernes, 11 de mayo de 2012
doce y cuarto de la noche. acabo de llegar a casa. es una de esas noches en que vuelvo mascullando "no debí haber salido". qué horrible sensación. en un momento dije "qué mierda hago acá". no había caparazón dentro de la cual desaparecer. hubo un clic en donde me di cuenta de que estaba border, así que emprendí la retirada.
lástima no tener alguna pastilla, algo que me saque esta angustia con sabor a bosta de caballo.
cómo me gustaría idiotizarme con el suave aroma del cáñamo...
lástima no tener alguna pastilla, algo que me saque esta angustia con sabor a bosta de caballo.
cómo me gustaría idiotizarme con el suave aroma del cáñamo...
martes, 8 de mayo de 2012
Papirus
Estoy en la editorial, son más de las seis de la tarde y no quedó ni el loro. Es raro que yo esté acá pasadas las cinco de la tarde. Más raro todavía después de las seis. Es que hoy tuve firma de contrato con un autor nuevo y entre una cosa y otra se fue a las cinco y media. Los chicos a las cinco se van. Así que quedé solo. Kari no está en casa, viajó a Perú. Por lo tanto también en casa estaría solo. Por eso no tengo un gran apuro en volver.
Hace unos días que vengo añorando tener un poco de humo en casa. Y recordé, oh pequeño vicioso, que en el cajón de mi escritorio hay una pipa con un resto de adobe. Ya ni recuerdo por qué había sido que estaba eso ahí. Pasado. Pero no dudé en cerrar la puerta con llave, apagar las luces de arriba y dejar sólo la luz cálida que ilumina mi escritorio. Puse El clave bien temperado de Bach y eché mano al encendedor.
Es una sensación extraña estar adobado en la oficina donde trabajo y recibo a la gente. Es raro y no lo es, porque hace años, cuando solía estar adobado cotidianamente, de vez en cuando lo hacía acá. Si, hubo una época en la que pasaba muchas, muchas horas acá adentro. No sólo porque tenía mucho trabajo sino porque era un espacio en el que podía estar solo, conmigo.
Me senté, acariciado por las notas de Bach, y vi frente a mí el viejo humidor donde solía haber buenos cigarros. Hace rato que sólo hay baratijas para convidar. Baratijas que se dejan fumar, ojo, no es que sean una basura. Pero he aquí que encontré dos cigarros José Luis Piedra. No sé de quién serán. No va a ser la primera vez que le fumo el cigarro a alguien (qué gay sonó eso). Una vez le fumé a Mr. Burzum un cigarro que había dejado en este humidor para que se humidificara un poco. (Ponen al zorro a cuidar el gallinero, en fin...).
El cigarro estaba seco. Al cortarlo atrás se rompió un poco, pero la habilidad de mis labios logra milagros (buaaaaaaaaaaaaaaa). Hermoso cigarro. Y delicioso. Pienso para mis adentros: tengo que comprar cigarros y abastecer el invierno que se avecina. El invierno es para beber bebidas pesadas y echar humos densos.
Hago un impasse y vuelvo a visitar la pipa. Lo último que queda.
Qué bien se fuma un cigarro en plena adorabilidad. Oh, Ks, Ks... Lo único que me falta es un cognac (un "coñaquito", como diría don josé).
No sé si es que suelo convertir en hogar los lugares que habito o es que suelo sentir que son mi hogar. La editorial la siento mi hogar (aclarando que para mí la palabra "hogar" es una palabra que remite muchas cosas, no sólo una, con lo cual puedo sentir hogar a mi actual departamento, a la editorial, a la habitación que dejé en Austria, y a la habitación que alguna vez habité en Martínez).
La editorial es tan casa mía como todas las demás. Y siento por ella algo parecido a lo que sentí por mis bandas de música anteriores. Me gusta crear productos y, salvando las distancias, siento cosas en común como cuando creaba una canción o una melodía. Por supuesto que hay un elemento humano que tiene la música y que carecen los productos que creo. Pero hay otra cosa que sí tienen en común y es el ejercicio de la capacidad creadora de uno, a partir de una idea o de lo que sea; es hacer algo de la nada o darle forma a un material para que adquiera una existencia propia.
Quizás me fui al carajo. Pero quizás eso es lo que hace que sienta mi hogar a este lugar y que ame mis productos. Mis productos tienen mucho de mi personalidad.
Cómo necesitamos los adultos seguir jugando...
Este Bach me suelta la lengua.
Hace unos días que vengo añorando tener un poco de humo en casa. Y recordé, oh pequeño vicioso, que en el cajón de mi escritorio hay una pipa con un resto de adobe. Ya ni recuerdo por qué había sido que estaba eso ahí. Pasado. Pero no dudé en cerrar la puerta con llave, apagar las luces de arriba y dejar sólo la luz cálida que ilumina mi escritorio. Puse El clave bien temperado de Bach y eché mano al encendedor.
Es una sensación extraña estar adobado en la oficina donde trabajo y recibo a la gente. Es raro y no lo es, porque hace años, cuando solía estar adobado cotidianamente, de vez en cuando lo hacía acá. Si, hubo una época en la que pasaba muchas, muchas horas acá adentro. No sólo porque tenía mucho trabajo sino porque era un espacio en el que podía estar solo, conmigo.
Me senté, acariciado por las notas de Bach, y vi frente a mí el viejo humidor donde solía haber buenos cigarros. Hace rato que sólo hay baratijas para convidar. Baratijas que se dejan fumar, ojo, no es que sean una basura. Pero he aquí que encontré dos cigarros José Luis Piedra. No sé de quién serán. No va a ser la primera vez que le fumo el cigarro a alguien (qué gay sonó eso). Una vez le fumé a Mr. Burzum un cigarro que había dejado en este humidor para que se humidificara un poco. (Ponen al zorro a cuidar el gallinero, en fin...).
El cigarro estaba seco. Al cortarlo atrás se rompió un poco, pero la habilidad de mis labios logra milagros (buaaaaaaaaaaaaaaa). Hermoso cigarro. Y delicioso. Pienso para mis adentros: tengo que comprar cigarros y abastecer el invierno que se avecina. El invierno es para beber bebidas pesadas y echar humos densos.
Hago un impasse y vuelvo a visitar la pipa. Lo último que queda.
Qué bien se fuma un cigarro en plena adorabilidad. Oh, Ks, Ks... Lo único que me falta es un cognac (un "coñaquito", como diría don josé).
No sé si es que suelo convertir en hogar los lugares que habito o es que suelo sentir que son mi hogar. La editorial la siento mi hogar (aclarando que para mí la palabra "hogar" es una palabra que remite muchas cosas, no sólo una, con lo cual puedo sentir hogar a mi actual departamento, a la editorial, a la habitación que dejé en Austria, y a la habitación que alguna vez habité en Martínez).
La editorial es tan casa mía como todas las demás. Y siento por ella algo parecido a lo que sentí por mis bandas de música anteriores. Me gusta crear productos y, salvando las distancias, siento cosas en común como cuando creaba una canción o una melodía. Por supuesto que hay un elemento humano que tiene la música y que carecen los productos que creo. Pero hay otra cosa que sí tienen en común y es el ejercicio de la capacidad creadora de uno, a partir de una idea o de lo que sea; es hacer algo de la nada o darle forma a un material para que adquiera una existencia propia.
Quizás me fui al carajo. Pero quizás eso es lo que hace que sienta mi hogar a este lugar y que ame mis productos. Mis productos tienen mucho de mi personalidad.
Cómo necesitamos los adultos seguir jugando...
Este Bach me suelta la lengua.
martes, 1 de mayo de 2012
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