sábado, 31 de mayo de 2008

Before going to bed...

Amo tener un blog. Amo escribir. Amo intercambiar opiniones e ideas con quienes en algún momento fueron "lectores imaginarios". No lo son. Lo sé. Pero me gusta despersonalizarlo. Me gustar ajenizarlo, por ponerle una palabra abstracta que me gusta. Un palabra con la que se puede jugar. Una palabra a la que se puede estirar como chicle, jugar a la rayuela, des-per-son-na-li-za-ción.
Qué difícil es ser un editor con grandes aspiraciones. Qué difícil. El negocio, el mercado, te transforma en una babosa, en un reptil. No está mal. Para nada. Mi otro yo... sé que existe. Todos existimos a nuestra manera.
Tengo sueño. Oh, I'm gonna get into bed. Good night.

Tarde, muy tarde...

Se acaban de ir mis amigos. El exceso del viernes está llegando a su final y sólo siento un poco de nostaliga. Estábamos todos ebrios, absolutamente pasados de todo, y estábamos bien. Nada estaba fuera de su lugar, a pesar de que todo parecía desencajado.
La verdad es que lo que más deseo es que sea un día de semana, que sean las primeras horas de la mañana, que yo esté pilas e irme a trabajar. De verdad. Muero de ganas por estar trabajando, produciendo, creando... ¿Estoy mal? Quizás. Pero es la realidad de hoy, siendo viernes 30 de mayo a las 2:56 AM.

jueves, 29 de mayo de 2008

Ohhhhmmmmmmmmmmm...


Me aburre tanto estar detrás de las cosas, corriendo, como detrás de la sortija, que cuando caigo en la cuenta de que nunca termino el trabajo porque siempre hay algo que se agrega, me dan ganas de relajarme y que todo me chupe un huevo...
Es como sentarse a tomar una bebida delicada con un compañero inadecuado y no poder terminarla, porque el torpe se empecina en llenarla no bien baja un poco, en un claro intento de ser cortés.
Cómo se nota la torpeza en los torpes...

Una mañana molesta


Llego a la oficina, como todos los días, un poco antes de las diez de la mañana. Con los ojos pegados, a pesar de haberme dado una ducha, empiezo la tarea de reconocer los objetos sobre los que se sostiene mi cotidianeidad. Escritorio desordenado, papeles por doquier, monitor, luz, prendo, cierro la puerta, frío, qué frío, la puta madre, menos mal que me puse medias de algodón, no quedan muy bien con el traje pero me importa un carajo. Listo. Me siento y prendo la compu. No hay Internet. Reinicio modem y router. Nada. Vuelvo a intentarlo. Nada. Llega Alejo y da su veredicto: router roto. Hay que salir a comprar otro y configurarlo.

Ahhh [suspiro]

Las pequeñas y eternas dilaciones. El mosquito que pica en la noche. La insignificancia magnificada con el único ánimo de hinchar las pelotas. Tranquiliza ver que todo sigue su curso.

lunes, 26 de mayo de 2008

Otros hogares

Siento una fascinación tan grande por la existencia de Marte. Por su existencia, digo, por la cercanía y por la remota posibilidad de habitarlo. Quizás esto que me pasa es un fenómeno visual, porque básicamente me fascina ver paisajes distintos, mirar al cielo y que en lugar de ser celeste azulado pueda ser rojizo. Ver el sol desde otro punto del universo es ver otro sol.
Desde chico me atrapó la astronomía y la observación del cielo. Me acuerdo que pasaba horas mirando a través de un telescopio. Claro que entonces no vivía en Buenos Aires y el cielo era oscuro y estaba cargado de estrellas.

domingo, 25 de mayo de 2008

Renovación

Siento una gran emoción al cambiarle la estética al blog.
Ya estaba bastante aburrido de verlo siempre igual.
Nada resiste el paso del tiempo...

Perdidos en la ficción


Soy de las personas que prefieren las verdades a los cuentitos. Prefiero que una mujer me deje y no que me soporte. No le temo a la verdad. No le temo a la soledad. Me gusta saber las cosas que me pasan y los motivos.
Por eso me aburre escuchar a Cristina. Porque la escucho fabulando, perdida dentro de un mundo de ficción, llorando, sosteniendo necedades que nos hacen mucho daño, manipulando...
¿Cuánto tiempo tendremos que seguir escuchando historias de fábula? ¿Cuánto tardaremos en darnos cuenta, colectivamente, que la historia se construye haciendo y no esperando a que se haga?
Me pregunto si en este punto no hay algo en común con la religición. Digo, esta negación a aceptar la crudeza de la realidad y la preferencia por los bálsamos redentores...

viernes, 23 de mayo de 2008

Solos en el teatro...

Hoy vi la obra Solos, en un teatro chiquito de un barrio porteño de cuyo nombre no puedo acordarme. Lavalle al 3600, para ser un poco más preciso. Eran, como su nombre lo sugiere, actuaciones unipersonales. En casi todas vi personajes ensimismados, con ataques neuróticos, muy para adentro, con una manera de hablar y de gesticular que guardaban un hilo conector. Incluso las explosiones que tenían, los puntos álgidos de sus locuras.
Por momentos me compenetré y sin quererlo estuve dentro del mundo de ellos. Por momentos me pareció que se trataba de un lenguaje común, una lengua aprendida y repetida, y entonces me pareció predecible y poco espontáneo. Pero más allá de eso, por sobre todas las cosas, sentí un no sé qué corriendo por dentro de mí, un algo que me empujaba a lo que contradice la rutina, la vida pactada de todos los días, con las obligaciones y los horarios y las programaciones. Volví a recordar mis yoes anteriores, esos que sueñan con una vida de perdición, rodeado de vicios y de mala compañía.

martes, 20 de mayo de 2008

Alternancia II

Hay momentos en los que estoy lleno de vida. No sólo que estoy sino que lo siento. Y sentir es lo mismo que exteriorizar. Entonces mi vitalidad es muy grande.
En cambio hay otros momentos en los que me siento muy debilitado, completamente falto de vida, vacío, gris, oscuro, atrapado en tinieblas.
Esta imagen es muy elocuente. Así me siento en esos días. Así me siento hoy, que es uno de esos días...

viernes, 16 de mayo de 2008

Mi nada...

Hay momentos en los que todo yo soy una duda.
Una gran y única duda.
Indefinida.
Ingobernable.
Imposible de abordar.
Entonces quedo como paralizado.
Sin nada por hacer.
Sin poder dormir.
Y espero...

miércoles, 14 de mayo de 2008

Saber ser hijo de puta

De la misma manera que debemos saber ser buenos y agradecidos, debemos saber ser "hijos de puta" (las comillas son adrede) y tener la fuerza necesaria para castigar aquello que no puede ser dejado sin castigo.
Digo esto porque tenemos tan internalizado que las malas acciones pertenecen a las malas personas que solemos dejarnos abofetear la otra mejilla.
Cuando somos convidados con actos de muy baja calaña, nuestra respuesta debe estar a la altura de esa calaña, de la misma manera que los lenguajes, si se desea llegar a una buena comunicación, no pueden diferir sino ser exactamente el mismo. ¿Se imaginan hablándole a un chino en español? Misma diferencia media al honor de la traición.

martes, 13 de mayo de 2008

Perdidos en nuestra subjetividad

Dos viejos amigos que se juntan y recuerdan un hecho pasado, un hecho que los tiene a los dos como protagonistas, indefectiblemente son dos locos hablando de distintas historias (incluso mediando entre ellos un manto de supuesta cordura, dado que el recuerdo que lo sustenta es en apariencia el mismo).
Pero un recuerdo no es un hecho pasado. Un recuerdo es la vivencia pretérita de un hecho pasado, donde lo menos importante es el hecho en sí.
[...]
Los recuerdos nos confinan a una melancólica soledad. Esto es así. Irremediablemente. Porque son ríos que corren por nuestro interior, llevan afluvios producidos por nosotros mismos, mezclados por nosotros y que sólo tienen sentido en nuestras orillas.

Horror de horrores: hoy es martes 13

Como soy de los que cree que uno mismo hace su destino, descreo absolutamente de la suerte (buena o mala) como una fuerza externa que se cierne sobre nuestras vidas.
Es decir que creo en la suerte, por supuesto, pero sólo como un círculo virtuoso creado por uno mismo. No sé si se entiende.
De ahí que la efeméride del “Martes 13” es apenas un hecho cómico.

lunes, 12 de mayo de 2008

La costumbre del paro en Argentina...


Hoy, como todos los días, al salir de casa me subí al 39. A diferencia de otros días, el colectivo estaba repleto de gente. Me enteré, escuchando a alguien que hablaba en voz alta, que todas las líneas de subte habían decretado un paro. Uno nuevo. Uno más. ¿Cuándo fue el último? ¿No fue hace realmente poco?
Me pareció una imagen muy apropiada para la Argentina: hay actores sociales que se empecinan en detenerla. Incluso, me parece, movidos por buenas intenciones.
¿Hasta cuándo vamos a seguir sin darnos cuenta de que la única manera de avanzar es ir hacia adelante y no hacia atrás o quedándose parado?
Me cuesta creer que la gente piense que lo que no tiene es porque alguien se lo niega, se lo retiene.
Ese alguien no existe, muchachos. (Me guardo mis comentarios gorilas para otro post).

sábado, 10 de mayo de 2008

El aburrimiento de lo concluido

Hay algo que no llegamos a clarificar, en nuestra condición de seres humanos, que sin embargo intuimos. Me refiero a que no sabemos de dónde venimos ni hacia dónde vamos, pero intuimos que vamos hacia algún lugar. Por eso vivimos en constante cambio, como en medio de una travesía, sintiendo un impulso hacia los nuevos desafíos, una vez cumplidos los ya propuestos.
[...]
Hubo un pasaje de El perfume que me llevó a esta idea, ya formulada en otras oportunidades. El pasaje dice exactamente así: "Mirad, he hecho una gran obra y me complace mucho, pero, como todo lo terminado, ya empieza a aburrirme".
[...]
Es inevitable pensar en la seducción y en el amor. Creo que, como el resto de las pulsiones humanas, están teñidas por los mismos fundamentos profundos.

martes, 6 de mayo de 2008

Hiroshima


Hoy encontré esta foto de Hiroshima luego de la caída de la bomba atómica. Visto como un acontecimiento histórico, las muertes me producen menos dolor que extrañeza. Como si el fenómeno de las muertes estuviera ya digerido y quedara el hecho histórico, como enseñanza.
Hace unos años leí un libro de De Quency, titulado "El asesinato como una de las bellas artes". En ese libro, el autor analizaba el asesinato de la misma manera que se analiza un arte, es decir, con arreglo a un montón de parámetros.
El autor, previendo el escándalo del lector, se apresuraba a decir: puestos ya frente al hecho irremediable de un asesinato, bien queda al menos su consideración en cuanto al arte. No lo decía con estas palabras, pero sí estaba implícita esta posibilidad de análisis dejando atrás el juicio de valor.
No pretendo hacer un análisis ni un juicio de valor sobre esta bomba y todos los muertos y las demás consecuencias ruinosas. Nada puedo aportarle al mundo con eso. Tan sólo quiero dejar mi impresión, mi desconcierto, al ver todos estos muertos, toda esta destrucción.
Quizás la diferencia entre esto y una cacería entre animales sea la dimensión de las fuerzas. La pulsión, creo, sigue siendo la misma.

lunes, 5 de mayo de 2008

Interconexión literaria

Cada vez que leo un libro lo marco. Lo marco, lo subrayo, lo escribo, lo anoto. Es decir, me introduzco en él. Convierto lo que me genera en parte de su contenido. Es, en cierta forma, un ida y vuelta.
Por eso cuando me topo con un libro ajeno que también tiene este tipo de "huellas" siento un mar de sensaciones. Por una parte, es entrar en contacto con el lector y con su mundo interior. Es decir, con su intimidad. Y, por otra parte, se da un doble juego en el que yo, segundo lector, participo no ya de la obra sola sino de la obra y del producto de la interacción con el primer lector.

domingo, 4 de mayo de 2008

Alternancia...

Es domingo. Es tarde, casi noche y un sinsabor aparece en la boca del estómago. Es un no sé qué, un algo que se engendra todos los domingos a esta hora. Maldita angustia dominical.
Entro a mi cuarto, prendo una luz, apago otra, pongo Ravel. Luz y música comienzan el hechizo. Como un vaho que se esparce por la habitación, la melodía llega a cada uno de los rincones. La luz ha tendido un manto de calidez. Eso que molestaba de manera indefinida desaparece poco a poco, como el humo luego de que el viento sopla. Las cuerdas son una caricia. El piano suena de fondo, muy detrás de los demás instrumentos. A veces a parece, se manifiesta, dice aquí presente. Y una vez que capta la atención vuelve a desvanecerse, como si lo único que buscara fuera recordar su existencia. Las distintas voces conviven conmigo en esta habitación. Con esta cálida luz, con esta música de ensueño, entrecierro los ojos y me dejo llevar...

jueves, 1 de mayo de 2008

Día del trabajador

El trabajo, como casi todo, puede ser un montón de cosas.
Para muchos, es aquello que deben hacer día a día para conseguir un sustento. Esta es la primera acepción y es terrible y es trágica.
Para otros, es el esfuerzo necesario para la consecución de aquello que desean. Esta segunda acepción es inmensamente positiva, y si bien en tanto esfuerzo es algo incómodo, muchas veces molesto, lleva implícito el sabor dulce de las realizaciones.
Estoy, en gran parte, dentro de la primera acepción.
Por ello, para mí, este día 1º de mayo no es un día festivo.

Aniversarios y celebraciones

Cada vez que cumplo años, el sentimiento que me acompaña, lejos de ser la algarabía, la hilaridad, el desenfreno, es más bien el recogimiento, la introspección, el pensamiento. Alguien apresurado para las conclusiones podría decir que no me gusta hacerme más grande, cosa que es enteramente errónea. Diría que veo estas cuestiones en términos de ciclos, períodos que se cierran y que inexorablemente requieren una revisión. No puedo dejar de pensar que voy en algún sentido, en alguna dirección. No tolero pensar que voy a la deriva.
De la misma manera que un capitán debe mirar sus instrumentos de navegación de tanto en tanto, yo también debo mirar los míos. Entonces, ¿cómo celebrar cuando todavía se está en pleno viaje? ¿No es adelantarse?
Quizás sea un ser poco afecto a las celebraciones. Quizás soy, en cierto sentido, más serio. No hablo de esa seriedad que consiste en no sonreír. Al contrario, río mucho. Hablo de otra seriedad. Quiero que mis festejos, mis celebraciones, sean porque hay un motivo digno de celebrar. No quiero que sean un olvido, una autoconcesión.